El patrimonio histórico y artístico de las misiones de la Nueva España es un acervo desconocido para la gran mayoría.

Hace casi 20 años, la historiadora del arte Clara Bargellini inició una investigación sobre las misiones jesuitas y franciscanas en el norte del Virreinato, que hoy se concreta en Cicatrices de la fe: el arte de las misiones del norte de la Nueva España (1600-1821), exposición de 137 piezas, cocurada por el experto estadunidense Michael Komanecky, que será inaugurada el 15 de abril a las 20 horas, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (ACSI), Justo Sierra 16, Centro Histórico.

Después, la muestra, integrada por pinturas, esculturas, platería, textiles, muebles, mapas y libros, itinerará a sus socios en esta empresa: el Museo de Arte de San Antonio, en Texas; el Museo de Historia Mexicana, en Monterrey; el Centro Cultural Tijuana, y el Museo Oakland, de California.

Para Paloma Porraz, directora del ACSI, se trata de una de las exhibiciones más relevantes presentada por el recinto, dada la labor que ha implicado el proyecto, el cual duró cuatro años. Cicatrices de la fe resultó una excelente ocasión para realizar labores de rescate de un patrimonio cada vez más vulnerable.

Más de 61 obras fueron restauradas en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete, así como en el taller que se instaló ex profeso en San Ildefonso.

Además del logro de realizar la muestra, Bargellini espera que sea el inicio de mucho más trabajo, porque en general se ha estudiado muy poco el arte virreinal del norte de México con la idea de que no hay, o lo que hay no es relevante. Por lo que sé, soy la única historiadora del arte que ha investigado sobre las misiones, muchas, de muy difícil acceso.

Integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, Bargellini expresó que más allá de ver qué había en las misiones, también hay que pensar cómo se utilizaban los objetos y qué significaban en una situación difícil para todos.

Javier Cortés Rocha, director de Sitios y Monumentos Históricos del Patrimonio Cultural, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, apuntó que en empresas como la presente todos nos beneficiamos. Por un lado, se da a conocer el patrimonio, y por otro, las comunidades y asociaciones religiosas se benefician, ya que muchas de las piezas son restauradas y regresan a sus lugares de origen en mejores condiciones.