El músico hace un recuento de la transformación que sufrió el país de 1979 a 2007
Después de Mao, los conservatorios y salas de concierto volvieron a funcionar, dijo en entrevista
Domingo 5 de abril de 2009, p. 3
Carlos Prieto tienen un espíritu inquieto. Tanto que de no haberme dedicado a la música, habría sido detective
. Esa curiosidad ha dado como resultado cientos de notas en sus diarios y siete libros, el más reciente Por la milenaria China: historias, vivencias y comentarios, que de ninguna forma puede leerse como análisis social, político y económico, pero tampoco como libro de viajes.
Es una combinación de las dos cosas: la primera parte dedicada a la historia de China y su transformación, pero contada a partir de los viajes que el violonchelista realizó a esa nación. Un recuento de transformaciones que se inició en 1979, tres años después de la muerte de Mao Tse Tung, hasta su viaje más reciente, en 2007.
Tuve la suerte de que la música me llevara a varios países, algunos particularmente interesantes; uno de ellos fue China
, dijo el chelista en entrevista con La Jornada.
El primer viaje “fue tras la muerte de Mao y del final de un fenómeno extrañísimo llamado la Revolución Cultural. China era un país que, por una parte estaba sumido en la miseria, y por otra, ya gobernaba un personaje extraordinario llamado Deng Xiaoping; China empezaba a experimentar una transformación prodigiosa.
“En materia de música, los conservatorios y salas de concierto comenzaban a funcionar de nuevo, tras un largo periodo de inactividad, así que el nivel era extraordinariamente bajo, pero al mismo tiempo algo sumamente positivo, porque todo mundo manifestaba un deseo manifiesto de aprender. Hoy día, el cambio ha sido tal que hay gran cantidad de magníficas orquestas y se generan grandes compositores e intérpretes.
Ya para 1985 (segundo viaje) se veía en China una transformación que se hizo evidente a la mirada del chelista en los viajes realizados en 2006 y 2007, año en el que visitó Taiwán, la otra China
.
El libro está organizado en grandes grupos: la historia del país asiático, los viajes de Carlos Prieto, la música en China, el caso del violonchelista sinoestadunidense Yo-Yo Ma, autor del prefacio de este libro, y finalmente las lenguas y la escritura en esa nación. Así que Por la milenaria China no es sólo un relato de giras musicales.
Esta no es la primera vez que Carlos Prieto lleva su reflexiones a las páginas: ya lo hizo en los libros Alrededor del mundo con el violonchelo, De la URSS a Rusia y Las aventuras de un violonchelo, traducidos al inglés, ruso y portugués. Me cuesta muchísimo escribir, pero lo hago. Tengo la manía de llevar un diario, sobre todo cuando ocurren cosas interesantes, porque confío más en la letra escrita que en mi memoria. Por eso he intentado combinar la actividad musical con la escritura
, que a veces también practica en su iPhone.
Intenté aprovechar estos viajes, a veces a países remotísimos; hacía notas muy cuidadosas en cada uno, y quizá cuando hice esos apuntes no suponía que un día me servirían para escribir libros.