El principal enemigo para el ejercicio de la libertad de expresión en México no es el poder público, sino el crimen organizado, afirmó Jorge Carpizo MacGregor, catedrático del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Afirmó que el Estado mexicano sí tiene enorme responsabilidad en la impunidad de los casos de periodistas asesinados que no se han esclarecido.

Tenemos problemas serios, agregó, porque se crean fiscales especiales para atender estos crímenes y no funcionan como deberían; esto sí afecta nuestra libertad de expresión, pues muchos comunicadores sociales se están autocensurando porque lo que está en peligro ya no es sólo su integridad física, sino la de sus familiares, agregó en entrevista luego de participar en un seminario internacional sobre el tema convocado por el IIJ y la Fundación para la Libertad de Expresión.

El abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, aseguró que la libertad de expresión es fundamental para el estado de derecho, en razón de que el grado de democracia de un país se mide precisamente por la libertad e independencia de su prensa. Por eso, reiteró, es tarea prioritaria garantizar que la sociedad esté informada, que se dé protección a los periodistas y generar condiciones para que puedan ejercer su trabajo sin los riesgos que hoy enfrentan.

Acerca del impacto del crimen organizado en la sociedad y el acceso a la libertad de expresión, Carpizo MacGregor, ex procurador general de la República, señaló que debemos unir fuerzas porque enfrentamos un grave problema que no sólo compete al Estado sino a toda la sociedad, y podemos identificar que detrás de todo esto hay un grave problema de moral pública.

Hoy, afirmó, niños y jóvenes ya no creen en nada, quieren ver hechos, pero por décadas les mostramos que los valores más importantes son poder, dinero, corrupción e impunidad, y cuando ven los ríos de oro que ofrece el crimen organizado quieren aprovecharse porque no les hemos enseñado que el valor que nos construye como seres humanos es la dignidad, que nos permite tener una proyección social; pero mientras la gente conozca a determinada persona, que es un gánster, pero como tiene tanto dinero es considerado un gran señor, estamos perdidos. Es momento no de ofrecer ideas, sino hechos.

En el encuentro, en el cual participaron especialistas de América Latina, Carpizo enfatizó que es necesario continuar con la guerra contra el narcotráfico, pero debe realizarse con pleno respeto a los derechos humanos y con la Constitución y la ley en la mano, pues no se combate un delito cometiendo otro ni con la violación de garantías individuales.