El presidente venezolano, Hugo Chávez, acusó ayer a su par chilena, Michelle Bachelet, de poner en peligro la unidad sudamericana por haber haber invitado a la reciente Cumbre de Líderes Progresistas de Viña del Mar a dos representantes de los imperios, en alusión al vicepresidente estadunidense, Joseph Biden, y el primer ministro británico, Gordon Brown.

Chávez hizo estas declaraciones a su llegada a Doha, donde participó en la cumbre de países árabes y sudamericanos. Dijo no entender a los gobiernos latinoamericanos que se declaran progresistas, pero que al mismo tiempo se reúnen con tales dirigentes.

También aludió al mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y añadió que si se los encuentra les preguntará sobre la Cumbre de Líderes Progresistas, en la que el venezolano no participó.

El gobierno chileno rechazó más tarde esas declaraciones, que calificó de completamente inadecuadas porque Bachelet es un símbolo de diálogo y unidad.

El mandatario venezolano salió en defensa del presidente sudanés, Omar Bashir, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI), al criticar que ese organismo actúa con doble rasero y preguntó por qué no ordena la detención del genocida estadunidense George W. Bush o del presidente israelí, Shimon Peres, tras la reciente incursión militar israelí en Gaza.

En tanto, el presidente electo salvadoreño, Mauricio Funes, elogió los cambios en Estados Unidos y advirtió que no permitirá que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, meta un dedo en la política de El Salvador.