Espectáculos
Ver día anteriorMartes 31 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Cautivó a los 46 mil asistentes al Foro Sol su versión de El jinete

De todo el mundo, sólo en México no me siento extranjero: Bunbury
 
Periódico La Jornada
Martes 31 de marzo de 2009, p. a11

De todos los lugares del mundo, éste es el único en el que no me siento extranjero, expresó la noche del pasado domingo el músico español Enrique Bunbury ante 46 mil de sus seguidores, fans, fieles, admiradoras que le gritaron ¡estás bien bueno!, ¡quítate la camisa! Como si las hubiera escuchado, casi al final de la tocada en el Foro Sol se despojó de esa prenda. Puro torso bañado en sudor.

Fue el toquín del Hellville Tour, que llegó a México para superar la entrada de Peter Gabriel dos días antes, en el mismo sitio, con 38 mil asistentes.

A las ocho de la noche se apagaron las luces y comenzó una gritería incesante que sería más fuerte según el cantante de los lentes negros se echara un rollo antes de cada interpretación. Abrió la batalla musical con El club de los imposibles, siguió con La señorita hermafrodita y remató con Hay muy poca gente. La verdad es que la concurrencia era mucha.

Algunos jóvenes brincaban en sus respectivos lugares. Los de abajo hacían su fiesta en lo plano frente al escenario. Se sabían todas y los coros crearon un consonancia, una empatía que envolvió a las bellas y jóvenes de edad primaveral.

También muchos chavitos, niños llevados por sus padres y que escuchan desde hace años a Héroes del Silencio. Todos tuvieron que sortear las dificultades para llegar al Foro Sol, rodeado de obras viales. Ríos de gente se dejaban ver sobre Añil, hasta la puerta 9. Ya ahí se respiraba. Por fin se llegaba y el esfuerzo valía la pena.

Bujías para el dolor colmó cada esquina. Se dejaba escuchar el rock bunburiano, aunque hay quienes hasta le aceptan sus rolas fiesteras a lo cabaret.

Para desentumirse

Tan sólo para desentumirse: Puta y Sólo si me perdonas. Las luces de la producción fueron de alta tecnología, los mismo que las grandes pantallas que proyectaban imágenes con gran realismo, con sensación de presencia.

Foto
Esto se merece un brindis, comentó BunburyFoto Chava Rock

Esto se merece un brindis, necesitamos unas toneladas de tequila. Me dicen las autoridades que no pueden beber, mañana tienen que trabajar, pero yo puedo hacerlo por ustedes, y sorbió de su caballito. Calentó así motores y garganta.

Pidió: Camarero, sírvanles tequila a mis amigos, que de todos los lugares del mundo, México es el único donde no me siento extranjero, y se reventó El extranjero. Muy ad-hoc.

Más complacencias: cuatro cambios de vestuario. Para entrar más en sintonía, expuso: Naco es chido. ¿Qué quieren escuchar? Nos sabemos todo el repertorio completo de José Alfredo Jiménez y Agustín Lara. Después de un tequila no pasa nada. De dos, de tres, de cuatro me sale el indio que llevo dentro, dijo y eso ya fue un acelere. Muchos chavos alzaron su vaso de cerveza. Unos más que estaban acostados se levantaron y comenzaron a bailar cadenciosamente cuando se escuchó su versión de El jinete, de José Alfredo. El arreglo bunburiano rescata la fuerza dramática, dolorosa del compositor guanajuatense.

Agradecimiento a su público

Recordó cuando empezaron a tocar en México, en pequeños lugares como Rockotitlán, el Hard Rock, La Diabla, entre otros, y después de tantos años que podemos estar en el Foro Sol, quiero agradecerles. Se oyó sincero y redondeó la noche con Infinito, Sí, El rescate y Lady Blue, con la que hizo la finta de que ya se iba. Regresó para entonar Que tengas suertecita, El porqué de tus silencios... hasta El tiempo de las cerezas, que canta cuando a él le gusta un concierto.

Ya bien indio lanzó a los cuatro vientos No me llames, cariño.