Melbourne, 29 de marzo. El británico Jenson Button dejó el domingo sin palabras al dueño de Brawn GP, Ross Brawn, cuando ganó el Gran Premio de Australia y llevó a su equipo a un debut de ensueño en la Fórmula Uno, con dos primeros puestos de la carrera.

En la primera competencia de la temporada 2009 de la categoría, el brasileño Rubens Barrichello, compañero de equipo de Button, llegó segundo y completó un histórico uno-dos para Brawn, pues desde hacía 55 años que una escudería debutante en la F-1 no lograba una victoria de esta importancia.

Barrichello partió desde el segundo lugar y terminó en ese puesto tras una fallida largada después de que Sebastian Vettel, de Red Bull, y Robert Kubica, de BMW-Sauber, chocaron cuando faltaban tres vueltas para el final.

El campeón mundial Lewis Hamilton (McLaren) cumplió una impresionante labor y se quedó con el tercer lugar, tras haber comenzado 15, debido a que el italiano Jarno Trulli fue sancionado por adelantarse cuando el coche de seguridad estaba en la pista.

Hamilton había cruzado la línea en cuarto lugar, menos de tres segundos después del dúo de Brawn GP y Trulli, quien cayó a la duodécima posición. El piloto de Toyota había largado decimonoveno, desde la calle de boxes.

El brasileño Felipe Massa y el finlandés Kimi Raikkonen, ambos de Ferrari, no terminaron la competencia en el circuito de Albert Park.

Esta victoria es para mí y para el equipo. Eso es lo que me importa, comentó Button.

Uno no ve a Ross muy seguido sin palabras. Pero en los últimos 15 minutos creo que no dijo una sola. El gran jefe estaba mudo, agregó.

Tanto el inglés, de 29 años, como Barrichello, habían quedado en la incertidumbre después de que Honda anunció su retiro de la categoría, en diciembre de 2008 por la crisis financiera global, pero de la mano de Brawn tuvieron un regreso de cuento de hadas.

Ningún equipo de F-1 ganaba en su debut desde Wolf, en 1977, mientras el último en asegurarse los dos primeros lugares fue Mercedes –actual proveedor de motores del equipo que remplazó a Honda– en 1954.

El inglés lideró la competencia desde la pole position hasta la meta, pese a dos periodos con el auto de seguridad en la pista, para sumar en una sola tarde más puntos de lo que había logrado en dos años con Honda.