arcelona. Una sanción ejemplar de cinco años y medio de cárcel y fuertes multas recibió la propietaria de un bar musical de Barcelona, un fallo pionero en España, por las lesiones que causó a los vecinos, informó en días pasados la Audiencia provincial de Barcelona.

En el texto de la sentencia, los jueces vinculan el ruido provocado por los cinco altoparlantes del local con la tortura, lo que explica la dureza de la sentencia, la pena más severa en este campo.

La Audiencia de Barcelona sentó un severo precedente, según El Periódico de Catalunya, al castigar con cinco años y medio de cárcel a la propietaria del ruidoso bar, el pub Donegal.

Los jueces no sólo han condenado a la acusada por lesiones –que sufrieron los vecinos–, lo que ya convierte su sentencia en pionera, sino que por primera vez han relacionado el exceso de contaminación acústica con el concepto de tortura.

El escrito destacó las graves consecuencias que produce sobre la salud de las personas la exposición prolongada a un nivel elevado de ruido y recordó que se ha usado como método de tortura y hasta para conseguir el enloquecimiento de las personas, afirmó.

La Audiencia consideró probado que tres vecinos del local sufrieron lesiones por la exposición prolongada a los ruidos del pub.

Según la sentencia, estos vecinos desarrollaron un síndrome ansioso depresivo que precisó para su curación de tratamiento médico y farmacológico, y al menos uno de ellos –casi tres años después de que el bar fuera finalmente clausurado– sigue bajo medicación.

El bar Donegal estuvo abierto entre abril de 2005 y mayo de 2006. Según la sentencia, la mujer instaló en su bar, sin permiso administrativo, un equipo de música con cinco altavoces distribuidos que generaban ruido desde las nueve de la mañana a las tres de la madrugada.

Afp