La reglamentación sólo protege construcciones anteriores al siglo XX, según dictamen
Domingo 29 de marzo de 2009, p. 29
Hermosillo, Son., 28 de marzo. No hay elementos jurídicos para evitar que el gobierno del estado demuela 10 casas del centro de Hermosillo, aun cuando tienen valor histórico y arquitectónico, concluyó un estudio ordenado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó Mario González Valenzuela, director de la institución en Sonora.
Luego de que personal a su cargo detuvo en un par de ocasiones los trabajos para derruir los inmuebles en los 11 días recientes, el director del Centro INAH Sonora dijo que ya no podrán evitar el proyecto de ampliar la vialidad en la calle José María Pino Suárez, debido a que la mayoría de las casas fueron construidas entre 1910 y 1916, por lo que se salen del periodo de protección que otorga la ley.
De hecho, este sábado personal contratado por la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano continuaron con pequeños trascabos la demolición de las casas ubicadas en la calle Pino Suárez, entre No Reelección y Álvaro Obregón.
Una vez que el INAH fijo su postura y sólo pudo hacer una invitación al gobierno estatal a no destruir esa área de la ciudad, ya nada detiene la ampliación de la calle José María Pino Suárez, que quedaría finalizada en tres meses más, a pesar de que González Valenzuela previó que cuando concluya la obra se habrá perdido irremediablemente un importante patrimonio histórico de la localidad.
El titular del Centro INAH dijo que son edificios relevantes, con características arqui- tectónicas formales, espaciales y constructivas típicas de la arquitectura del siglo XIX, además de su emplazamiento en el área urbana de la ciudad de Hermosillo. Por tanto, los edificios citados cuentan con los atributos necesarios para ser considerados monumentos históricos
. A pesar de lo anterior, la reglamentación correspondiente sólo protege las construcciones realizadas antes del siglo XX y otras que en casos particulares fueran declaradas monumentos históricos, explicó.
Criticó al gobierno de Sonora porque, dijo, nunca tramitó permisos para que el INAH realizara estudios o concediera permisos a las obras de demolición que comenzaron en enero pasado y porque en su Plan Estatal de Desarrollo 2004-2009 la autoridad estatal incluyó varios apartados en los que se comprometía a preservar los edificios antiguos de las ciudades y pueblos del estado.
La ampliación de la mencionada calle Pino Suárez ocasiona la destrucción de un conjunto de bienes que constituyen la memoria colectiva de la ciudad de Hermosillo, provocadas por las demoliciones de las edificaciones que componen el área
, dijo.
Manifestó que si bien las casonas que fueron evaluadas en el dictamen no pueden ser protegidas por el INAH, otras aledañas sí datan de mediados del siglo XIX y están sujetas a protección.