El costarricense Rodrigo Kenton reconoció la superioridad del cuadro mexicano. El equipo que gana obviamente tiene el mérito. Al hablar de su invicto, señaló que “era importante, pero a la vez se perdió contra un equipo mexicano aquí en México, donde la verdad, me parece que fue un duelo muy apretado. El Tri lo sacó con virtudes, jugando buen futbol, con goles cuando los tenía que hacer. Aprovechó las oportunidades que tuvo, llegó por los costados y por el centro, y el entorno de la afición lo favoreció”.

El técnico no cuestionó el arbitraje, al comentar que al menos el primer gol fue bueno. Así es el futbol, se gana y se pierde, y a veces las cosas no salen como uno quisiera.

Admitió las fallas de su equipo, sin culpar a ningún jugador en particular. A veces me pareció que les faltó llegar al arco rival, pero también fue por la labor del rival, que metió muchos balones a las espaldas de los nuestros. Nos faltó el gol, más penetración por los espacios, claridad y seguridad en la puerta.

Sin embargo, Kenton se mostró positivo frente a la eliminatoria, pues aunque México y Estados Unidos son para nosotros los más complicados, aún tienen partidos en casa que los pueden mantener en la lucha.

En la tribuna estuvieron el presidente mexicano Felipe Calderón y el costarricense Óscar Arias. Desde antes de que empezara el encuentro, los mandatarios se ocuparon de alentar a sus equipos. Arias desayunó con su selección en un hotel capitalino y pronosticó una victoria de 2-1 sobre México, mientras Calderón habló con el Tri por teléfono.

Encontré a una selección muy motivada, declaró Arias, quien deseó la mejor de las suertes a los jugadores y posó con ellos para la foto.

Por su parte, Los Pinos emitió un comunicado, en el cual se dio a conocer que Calderón llamó por teléfono a los tricolores para desearles éxito.

El mandatario transmitió a los jugadores el deseo que tienen todos los mexicanos de que su selección resulte clasificada en el hexagonal, se indicó.

Las cámaras de televisión mostraron a Calderón y su esposa, Margarita Zavala, vestidos con camisetas verdes con el número uno.