Pensar en el clavecín como expresión del pasado resulta un craso error. Por lo menos así lo considera el intérprete italiano Francesco Corti, quien sostiene que es tanto el potencial y la infinidad de recursos que aquél ofrece para ser explorados y explotados dentro de la música contemporánea que, sin duda, estamos en el umbral del renacimiento de este instrumento.

Opinión similar tiene de la llamada música antigua, a la cual asume como expresión tan nueva y vigente como cualquier partitura recién escrita.

El concepto de música clásica es una invención del siglo XX. Antes, la idea de tocar una pieza que tenía más de 100 años era una locura total. Si Bach viviera ahora se reiría de nosotros, porque no tenemos música contemporánea que nos guste; claro, a lo mejor estoy exagerando. Se dice que la de Stravinsky es música contemporánea, cuando ya tiene un siglo, agrega.

Conmover, el fin último

Cuando uno tiene que interpretar una pieza que no es suya, que tenga 400 o cuatro años no marca gran diferencia. Uno tiene que apegarse a lo escrito y lo que nace en el momento, pues el fin último es lograr un contacto estrecho con el escucha y conmoverlo. Eso hace que toda música que se toca, finalmente, sea contemporánea, pues es una expresión del momento.

Considerado a sus casi 25 años como uno de los clavecinistas más virtuosos del mundo, Francesco Corti se encuentra por tercera ocasión en México, en una breve gira que ha incluido sendas presentaciones en la ciudad de San Miguel de Allende y la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, en el Distrtio Federal.

Recinto este último en el que volverá actuar el miércoles próximo, para después proseguir su periplo por Estados Unidos, acompañado por su compatriota, la soprano Francesca Boncompagni, también de 24 años.

Momentos antes de su actuación en la biblioteca, donde ofreció la noche del viernes un memorable concierto de música barroca, Francesco Corti destaca en entrevista con La Jornada que su interés por el clavecín se remonta a su infancia, ante su desmedido gusto por la música barroca, si bien antes tuvo que estudiar piano y órgano: Fue el tipo de música el que me llevó al instrumento y no a la inversa.

Aunque asume que precisar las razones de los gustos siempre es difícil, destaca que el suyo por el periodo barroco responde a que es una música de mucho movimiento, por tanto, muy apegada a la danza, y todo lo que tiene que ver con este arte ha gustado desde siempre al ser humano.

La música barroca me llevó al clavecín; fue una decisión natural, señaló en entrevista el joven intérpreteFoto Guillermo Sologuren

Pero también resalta la inclinación que el arte sonoro de ese periodo tiene por la improvisación, aspecto que estéticamente lo tiene enganchando y que incluso lo ha llevado a incursionar, asimismo, en la música contemporánea, ya que, sostiene, las del periodo clásico y romántico son músicas muy rígidas y se mostraron siempre cerradas a la improvisación.

Además, no creo en esos músicos que dicen que tocan de todo. No conozco a nadie que pueda tocar bien todo tipo de repertorio, como tampoco existen directores que los manejen, a excepción de unos dos o tres, abunda.

Uno debe tomar sus decisiones, y como me gusta mucho el clavecín por sí mismo, y me gusta el periodo de la música barroca, fue una decisión natural. Nunca tuve el dilema de hacia dónde inclinarme.

Tras declararse músico no purista, pues gusta de la música de todos los periodos, Francesco Corti precisa que su perfil como intérprete es un tanto libre, despegado de la rigidez de los cánones históricos, si bien destaca que, como parte de su preparación y trabajo, recurre frecuentemente al estudio de aspectos musicológicos.

El arte será moderno mientras haga sentir

No me interesa hacer música barroca desde un perfil filológico, porque sé que la sociedad, así como los gustos de esa época no son los mismos a los actuales, como tampoco la función de la música es la misma, concluye.

La gran magia de la música radica en esa capacidad de gustar, a pesar del tiempo y de los cambios, incluso de todas las condiciones. En realidad, así es todo el arte: sigue siendo moderno en tanto haga sentir, no importa si el vehículo tiene 500 años o se le considera viejo.

En su próxima presentación en la Biblioteca Miguel de Lerdo de Tejada (República de El Salvador 49, Centro Histórico) el miércoles, a las 19 horas, Corti presentará un programa de música barroca.

Por cierto, en ese mismo recinto, el lunes y el martes, a las 19 horas, tendrá lugar un acontecimiento de dimensiones históricas, toda vez que la Camerata de Ventapane, de Estados Unidos, interpretará la totalidad de los conciertos Brandenburgo, de Johann Sebastian Bach.