Confundidos con sicarios, dos camarógrafos de la empresa Televisión por Cable (TVC) y un taxista de la ciudad de México fueron detenidos por agentes federales que escoltaban a la esposa y a la hija del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, y puestos a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).

Los hechos ocurrieron al filo de las 11 de la mañana en la delegación Xochimilco, cuando los camarógrafos Juan Jaime de la Torre y Alejandro Flores fueron ubicados dentro de un taxi, supuestamente con dos mapas que indicaban la ubicación de dos domicilios propiedad de García Luna.

Según la versión difundida por la dependencia, ambos camarógrafos fueron detenidos en el momento en que grababan a los familiares del funcionario federal, pues los escoltas temieron que se intentara un posible atentado, ya que –ahora se sabe– en mayo de 2008, supuestamente la familia de García Luna estuvo a punto de ser blanco de una agresión en el interior de un gimnasio.

En ese contexto, se obtuvo información de que los camarógrafos Juan Jaime de la Torre y Alejandro Flores se identificaron plenamente ante los agentes federales, pues además de presentar las credenciales de la empresa para la que trabajan, los escoltas llamaron a la oficina de los informadores. Sin embargo, ambos reporteros, al igual que el conductor del taxi en que viajaban, de quien se desconoce su nombre, fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal.

Los tres fueron llevados a las instalaciones de la PGR en la delegación Azcapotzalco, y hasta las 19:00 horas seguían detenidos.

Luego del incidente, trascendió que ésta sería la segunda ocasión en que los escoltas de la familia de García Luna enfrentan situaciones parecidas, sólo que en el caso de mayo de 2008, fueron detenidos varios integrantes de una organización criminal en el momento en que supuestamente penetraron armados a un gimnasio en busca de la esposa e hija del titular de la SSP federal, pero fueron sometidos.

Presuntamente, en aquella ocasión los sicarios viajaban a bordo de un taxi de la ciudad de México.