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Recibe condecoración del gobierno de Bélgica, de manos del príncipe Philippe

Resalta Fernando del Paso las figuras de Benito Juárez y fray Pedro de Gante

El heredero al trono de la nación europea y su esposa visitaron la Cámara de Diputados

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Los príncipes de Bélgica, Philippe y Mathilde, durante su visita a la Cámara de Diputados, donde fueron recibidos por legisladores encabezados por los presidentes de la mesa directiva, César Duarte, y de la Junta de Coordinación Política, Javier González GarzaFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de marzo de 2009, p. 21

El príncipe Philippe, heredero al trono de Bélgica, impuso anoche al escritor Fernando del Paso la orden de Comendador de la Corona, por su novela Noticias del imperio, en una ceremonia donde el galardonado dijo que la historia de la emperatriz Carlota pertenece a la de México como la de la princesa Carlota pertenece a la historia belga.

En un breve discurso, Del Paso aprovechó su intervención ante Philippe y su esposa Mathilde para hacer un homenaje al presidente Benito Juárez y al misionero fray Pedro de Gante.

En nombre de otros mexicanos condecorados por el príncipe –a los empresarios Valentín Díez Morodo, Bernado Quintana Isaac y José Carral les fue impuesta la orden de Comendador de Leopoldo–, el escritor resaltó el origen belga del religioso y destacó que fue de los pocos misioneros europeos que reconocieron en los indios su plena dignidad como seres humanos.

Luego dijo que Bélgica constituye una excepción en Europa, pues está gobernado por una monarquía laica. Es en este laicismo de Estado que Bélgica y Benito Juárez, el iniciador de la separación del Estado y la Iglesia en México, compartieron un mismo ideal.

El laicismo tal como se practica en el país europeo y en México, a pesar de los constantes ataques de la extrema derecha representada por diversas instituciones, es un sistema que lejos de ser enemigo de una o varias religiones específicas, es el protector de todas; es el que garantiza la libertad de todos los ciudadanos para profesar su credo, sea cual fuere, resaltó.

Agregó que es motivo de orgullo que este hombre a veces tan vapuleado haya sido objeto de un homenaje por parte de la monarquía belga. Recordó así que durante la Primera Guerra Mundial, cuando los alemanes invadieron Bélgica, el rey Alberto I mandó inundar una región entera de modo que pudiera permanecer en su país. Su deseo era no abandonar territorio belga, y puso como ejemplo a un gobernante que jamás abandonó el suyo pese a una invasión extranjera, es decir, Benito Juárez.

Al continuar ayer la agenda de su visita oficial, Philippe y Mathilde estuvieron por la mañana en la Cámara de Diputados, donde César Duarte, presidente de la mesa directiva, expresó que es importante evaluar nuevos mecanismos para fortalecer el acercamiento cultural, político y económico entre los dos países.

Con información de Ciro Pérez y Enrique Méndez