Ginebra, 24 de marzo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que existe riesgo de que se extienda una prolongada recesión en el mercado laboral, por lo que su director, Juan Somavia, hizo un llamado para la creación urgente del Pacto mundial para el trabajo a fin de impedir una crisis del empleo prolongada y severa, ámbito en el que se requerirán 90 millones de puestos entre 2009 y 2010.

Somavia declaró a la prensa que en caso de que se intensifique la crisis del empleo, el peligro será un enorme aumento del desempleo y de la pobreza laboral. Señaló que este llamado surgió a raíz de una reunión tripartita de alto nivel celebrada por el Consejo de Administración de la OIT, durante la cual el gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, dijo que la creciente cooperación entre los dos organismos es crucial.

El director de la OIT calificó de débil la coordinación internacional frente a la crisis, y dijo que las raíces financieras, económicas, comerciales, de empleo y sociales de la crisis mundial están interrelacionadas y así deben ser las respuestas políticas.

La discusión en el seno de la OIT surgió a raíz de la publicación de un informe sobre la crisis financiera y el empleo, donde las proyecciones indican que se necesitarán 90 millones de puestos de trabajo netos en 2009 y 2010 para absorber a los trabajadores que ingresen al mercado laboral.

Es necesario implementar lo antes posible una estrategia de recuperación que sea coherente y coordinada y que esté orientada hacia el empleo y basada en empresas sustentables, subrayó Somavia. Si las medidas de estímulo se retrasan, la crisis de empleo será prolongada y severa y la recuperación del empleo sólo podría comenzar a partir de 2011, advirtió.

El informe analiza las medidas tomadas por 32 países, incluyendo los del G-20, y señaló que si bien el FMI hizo un llamado para que las medidas de estímulo alcancen el 2 por ciento del PIB, la mayoría de los planes de estímulo llegan en promedio a 1.7 por ciento. El documento mencionó que las medidas de rescate en las economías avanzadas representa 1.3 por ciento del PIB, lo cual equivale a menos de la mitad de lo destinado en las economías emergentes y en desarrollo.