Martín Bravo aceptó las críticas por el gris empate en la visita de Pumas al América y reconoció que ninguno hizo nada para ganar. No obstante, en el plantel auriazul hay tranquilidad y disposición para aprovechar el receso y mejorar algunos aspectos de cara al choque contra Cruz Azul, para así continuar cuesta arriba en la recta final del torneo regular.

Tenemos el fin de semana para descansar, mejorar y pensar en el cierre, dijo el atacante argentino ayer tras la práctica realizada en la cancha dos de Ciudad Universitaria. Bravo precisó que todavía no están satisfechos, pues la alegría llegará cuando califiquemos a la liguilla; sin embargo, reconoció que los cuatro puntos de ventaja sobre Tecos, América y Morelia les dan cierta tranquilidad.

Martín calculó que el equipo de la UNAM está a 70 por ciento de su capacidad y espera que la inactividad del próximo fin de semana no les rompa el ritmo que han conseguido ni la buena racha de cuatro jornadas sin derrota. Si entrenamos como siempre no creo que nos afecte, vamos a hacer algún partido o algo, y no creo que nos perjudique demasiado, es lo que queremos, señaló.

El atacante no dio importancia a la inconformidad general por el empate sin goles ante las Águilas. “Estos partidos son así, los clásicos siempre son duros, trabados, ninguno quería perder, pero tampoco ninguno hizo nada para ganar.

Las críticas siempre van a llegar, pero no nos podemos dejar llevar por eso, ni que cuando hablen mal nos queramos morir, o cuando hablan bien nos creamos los genios, para nada. Estamos tranquilos, manteniendo una diferencia de cuatro puntos y eso es lo importante, sostuvo.

En su turno, Efraín Juárez demostró que tiene la mente puesta en Cruz Azul y el objetivo es romper la paternidad de los cementeros, a los que no han podido vencer en los seis choques pasados. Las estadísticas y las rachas son para romperse, subrayó, más ahora que existe la necesidad por tratarse de un rival del grupo de la muerte.