Apenas finalizó ayer el cómputo de las elecciones perredistas en la ciudad de México, y la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia (CNGV) comenzó a recibir las primeras impugnaciones por las anomalías cometidas durante su proceso interno, realizado el domingo pasado, en el que se eligieron candidatos a jefes delegacionales y a diputados locales y federales.

De acuerdo con Ana Paula Ramírez Trujano, presidenta de ese organismo, durante las 24 horas recientes se presentaron seis impugnaciones, y durante los siguientes días éstas se habrán de incrementar, toda vez que cada contendiente inconforme con los resultados presentados por la Delegación Estatal Electoral del PRD-DF dispone de 48 horas para formalizar su queja.

Aún antes de que se entregaran las constancias a los candidatos ganadores, una parte importante de los perredistas que contendieron, adelantaron desde el mismo domingo que acudirían ante la CNGV para impugnar el proceso, pues estaba plagado de anomalías, según destacaron algunos aspirantes que tomaron parte en esas elecciones, como Edy Ortíz, en Tláhuac; Tomás Pliego, en Cuauhtémoc; Humberto Morgan, en Álvaro Obregón; Adolfo Llubere, en Tlalpan, y Silvia Ortiz, en Iztapalapa.

Anoche, Lorena Villavicencio fue una de las que acudió a la sede de la CNGV para formalizar su queja contra el proceso realizado en Álvaro Obregón, en donde –aseguró– hubo compra de votos, manipulación de las cifras y acarreo, entre otras anomalías.

De hecho, luego de esa justa perredista no sólo hubo reconfiguración de las corrientes políticas en esta ciudad y en la misma Asamblea Legislativa, sino que también se conocieron episodios de traición, como el que, se asegura, ocurrió en Azcapotzalco.

Las cifras hasta ahora conocidas por las instancias electorales de ese partido indican que Izquierda Unida se llevó 29 de los 40 distritos en disputa, y Nueva Izquierda (NI) tiene sólo 10.

GDF niega favoritismos

En este contexto, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, José Ángel Ávila, rechazó que el gobierno capitalino haya favorecido a grupos durante el pasado proceso electoral del PRD.

El funcionario dijo que la aplicación de los programas ha sido siempre por la línea de la universalidad y, por tanto, no ha habido favoritismo hacia ninguna persona o grupo.

Indicó que, además, los mecanismos de control de la Contraloría General, Procuraduría General de Justicia y Secretaría de Gobierno, estuvieron en marcha durante todo el proceso, para evitar que se hiciera mal uso de los recursos públicos.

En torno a si existen condiciones para que Clara Brugada asuma el cargo como jefa delegacional en Iztapalapa, Ávila dijo que todavía existen muchos procesos pendientes y etapas por agotarse.