Destaca el embajador Carlos de Icaza el éxito del país en el Salón del Libro de París
genera gran curiosidad en el extranjero
El pabellón nacional fue visitado por casi 200 mil personas y se vendieron más de 20 mil obras
Con auditorio a reventar, se escucharon poemas en maya de Briseida Cuevas, dice a La Jornada
Sábado 21 de marzo de 2009, p. 5
El gran éxito alcanzado por la literatura mexicana en el Salón del Libro de París, donde este año asistió como invitada de honor, se logró gracias a la diversidad de autores y generaciones que acudieron como parte de la delegación del país, y a la curiosidad que el quehacer cultural de México genera en el extranjero
.
Tal fue la evaluación del embajador de México en Francia, Carlos de Icaza, quien en entrevista con La Jornada ofreció detalles sobre los resultados finales de este espacio libresco, en el que la oferta literaria del país tuvo una recepción más que positiva.
Aunque todavía no hay cifras definitivas, los cálculos preliminares arrojan que casi 200 mil personas acudieron al pabellón de México en el Salón del Libro parisino, donde se vendieron más de 20 mil volúmenes de autores nacionales, 25 por ciento de ellos en español.
A estos resultados, todavía hace falta agregar los ejemplares vendidos en el resto de las librerías de la capital francesa, donde también hubo una promoción especial de los libros y escritores mexicanos.
Interés de lectores franceses
El interés suscitado por la literatura nacional en Francia fue tal, que esta versión de esa feria del libro fue la segunda más exitosa en 29 años, en términos de ventas, con un incremento de 20 por ciento respecto de 2008, explicó De Icaza.
Es notable que en sólo seis días, México generó una gran curiosidad intelectual entre los lectores franceses, a pesar de las dificultades económicas de este año
, y ello se debe a la gran diversidad de autores que se presentaron en nuestro pabellón
, y no sólo los más reconocidos, como los escritores Carlos Fuentes o Paco Ignacio Taibo II, señaló el diplomático.
Me sorprendió muy gratamente la atención que generaron los autores en lenguas indígenas, como Briseida Cuevas. Fue muy emocionante ver el auditorio a reventar, con personas escuchando poemas en maya
, recordó el embajador.
Otra sorpresa fue la gran cantidad de libros en español que se vendieron, lo cual refleja no sólo el interés de los migrantes latinoamericanos en la literatura mexicana, sino también el avance del castellano en Francia, a pesar de que en ese país prácticamente no hay dónde comprar literatura en ese idioma.
El inusitado éxito de la delegación cultural de México demuestra, además, que la industria editorial nacional podría alcanzar en el mediano plazo una mayor posibilidad de ventas en Europa y otros mercados importantes.
Pese al interés y la curiosidad del público francés, “el libro latinoamericano es muy escaso en París; son muy pocos los autores que se leen acá. Por eso es estimulante que se haya volcado la gente.
Los concesionarios me han dicho que sus ventas fueron 40 por ciento arriba de lo que esperaban
, explicó De Icaza.
En Francia hay una gran sed de información por saber lo que está pasando ahora en México, qué están escribiendo los jóvenes, qué movimientos hay. Tenemos que seguir nutriendo la idea de que somos un país plural, diverso, una cultura viva que no está encajonada en una sola expresión literaria
.