La reciente renuncia del titular de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), José Cibrián, debe ser aprovechada para que se transparente la información referente al programa de reforestación Proárbol y se rindan cuentas claras sobre el destino y aprovechamiento de los recursos asignados a ese proyecto, exigió el Observatorio Ciudadano de Vigilancia Ambiental.

En conferencia de prensa, este observatorio, conformado por alrededor de 120 organizaciones ambientalistas, consideró que este programa no ha cumplido con los objetivos planteados por el gobierno federal de proteger, conservar, restaurar y aprovechar de manera sustentable los recursos, bosques, selvas y zonas áridas de México.

Agregó que con la salida de Cebrián de la Conafor no se acaban los problemas que sufren los bosques y selvas mexicanos y, por ello, es preciso que el ya ex funcionario rinda cuentas claras sobre su actuación en esa dependencia, y también sus superiores en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Si la Semarnat reportó al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) haber sembrado 560 mil hectáreas y el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala que sólo se sembraron 341 mil hectáreas, ¿dónde están los recursos de las supuestas 219 mil hectáreas que fueron sembradas y que no aparecen en la auditoría de la ASF?, preguntó el observatorio.

Señaló que la Semarnat y la Conafor se escudan en el premio que el PNUMA le concedió a México en 2008 por su destacada contribución al cumplimiento de la convocatoria Plantemos para el planeta: campaña de los mil millones de árboles por la meta presuntamente alcanzada con Proárbol en 2007 de plantar 250 millones de árboles.

Por ello las organizaciones miembros de este observatorio aseguraron que hasta el momento México no ha presentado evidencias de que su proyecto de reforestación fuera exitoso y, por lo tanto, por decoro y transparencia, el gobierno mexicano debe devolver al PNUMA ese premio.