El país acumula un millón de desempleados; 90 mil perdieron su empleo sólo en enero
El premier Fillon advierte que no es posible abrir más planes de ayuda a la seguridad social
Viernes 20 de marzo de 2009, p. 32
París, 19 de marzo. Dos millones de trabajadores protestaron hoy en las calles de las principales ciudades francesas y suspendieron la mayoría de los servicios públicos en protesta por las limitadas medidas económicas y financieras del presidente Nicolas Sarkozy frente a la crisis mundial, que tan sólo en enero pasado –según cifras oficiales– dejó sin empleo a 90 mil personas, el doble que en diciembre de 2008.
Francia amaneció virtualmente paralizada por la huelga convocada por ocho federaciones sindicales, una decena de partidos políticos y numerosas organizaciones sociales, en la segunda jornada de protesta masiva que el gobierno francés enfrenta este año, producto de una alianza sin precedentes de las agrupaciones, a las que se sumaron empleados de empresas privadas automovilísticas y de energía.
Las dos demandas centrales de los manifestantes fueron el fortalecimiento del poder adquisitivo y la protección de los puestos de trabajo, amenazados por la crisis mundial.
Las manifestaciones se desarrollaron en unas 200 localidades del país, incluida la marcha de 350 mil personas que pacíficamente recorrieron calles céntricas de París.
El primer ministro francés, Francois Fillon, suspendió su participación en la inauguración de una reunión cumbre de la Unión Europea, en Bruselas.
Protestas similares a las de este jueves, realizadas el 29 de enero pasado, llevaron a Sarkozy a prometer a los sindicatos la formación de un fondo de dos mil 600 millones de euros que serían destinados a programas sociales.
Tras la protesta de hoy, Fillon dejó claro que el gobierno no financiará más planes para responder a los problemas coyunturales o para mejorar la seguridad social, puesto que eso provocaría un aumento en el déficit fiscal y lo pondría fuera de control.
Encuestas revelaron que las protestas populares tuvieron el apoyo de 74 por ciento de los ciudadanos, en un país que acumula ya un millón de personas sin empleo.
Esto no es sólo un día de protestas
, dijo Francois Chereque, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo. Hemos hecho propuestas firmes y el gobierno tiene que darnos respuestas serias
, reclamó.