El consejo técnico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) rechaza de manera tajante el proyecto Resplandor teotihuacano y se adhiere a los señalamientos expresados por los especialistas externos e internos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en torno al montaje de luz y sonido en Teotihuacán.

En ese tenor se manifestaron los investigadores sindicalizados del instituto, quienes insisten en la destitución de Alfonso de Maria y Campos, director del INAH, así como de los funcionarios involucrados en los actos de omisión, negligencia y violación de las leyes en materia de patrimonio arqueológico e histórico.

La ENAH, a partir de un balance que elaboró sobre el patrimonio arqueológico, alerta respecto de la potencial pérdida irreversible de un alto porcentaje de los ejemplares del urbanismo y arquitectura del México antiguo, por lo que toda iniciativa dirigida a dotarles de un uso imprevisto, para el cual no están posibilitados, pone en entredicho su estabilidad y por tanto en alto riesgo su garantía de permanencia.

Reclamos sin respuesta oficial

En relación con las llamadas capas de sacrificio que el INAH ha insistido en que existen en las pirámides del Sol y de la Luna en Teotihuacán, la ENAH aclara: “En ningún momento la argumentación de ‘sacrificial’, del discurso sostenido sobre los morteros o recubrimientos de cemento portland recientemente colocados en las corazas de mampostería de los edificios, faculta o justifica la intervención sobre ellos; primeramente, porque constituyen una histórica y errónea política de conservación y, en segundo lugar, por virtud de que su edad en uso (superior a los cien años), les ha incorporado a la dinámica estructural superficial de los edificios”.

También menciona el perjuicio que ocasiona la humedad, así como el impacto de las luces sobre los cuerpos piramidales.

No es aceptable convertir los andenes, entrecalles o coronamientos superiores de cada cuerpo de los edificios en fuentes incontroladas de humectación, debido a las múltiples perforaciones en ellos practicadas, pero menos aún convertirlos en fuentes de súbita evaporación por la acción calórica del cableado, transformadores, reactores, balastros, salidas de luz (leds) y otros componentes eléctricos o luminosos activos en horas de la noche, cuando los edificios se encuentran en procesos cíclicos de condensación de la humedad contenida.

En tanto, el historiador Cuauhtémoc Velasco dijo que hasta la fecha no han recibido respuesta de la Secretaría de Educación Pública ni de la Presidencia de la República, luego de los daños ocasionados en la zona prehispánica por los impulsores del show multimedia.

Tampoco hemos recibido notificación alguna sobre la denuncia de hechos interpuesta ante la Procuraduría General de la República, cuya saveriguación previa debería estar en curso.

Más allá de la evaluación y propuestas que se hagan durante el plazo no menor de seis meses que estableció el Consejo de Arqueología, es muy claro que si se siguen los parámetros fijados por el Grupo Técnico Evaluador no se partirá del mismo proyecto ejecutivo, sino que se deben retirar las lámparas e instalaciones que fueron colocadas sobre las pirámides, elaborar una propuesta de divulgación integral del conocimiento sobre Teotihuacán e integrar un proyecto nuevo, acorde con un plan de manejo esencialmente diferente, como demandamos desde el principio las organizaciones sindicales.

Asimismo, es imprescindible la inmediata restructuración del Consejo de Arqueología y la destitución de sus actuales integrantes para recuperar la elección democrática de arqueólogos de base.

Esta instancia no supo actuar a la altura de las responsabilidades institucionales, ni hacer valer las normas y criterios técnicos en el caso de Teotihuacán. En este episodio el consejo ha jugado un papel ominoso y perdido toda autoridad moral y académica, subrayó Velasco.

El consejo técnico de la ENAH y los investigadores y docentes del INAH consideran prioritario atender el exhorto de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para organizar mesas de discusión y evaluación de la salvaguarda del patrimonio cultural de la nación, con especial énfasis en el caso de la zona de monumentos de Teotihuacán.