Viena, 18 de marzo. Me declaro culpable por los crímenes de los que he sido acusado, afirmó Josef Fritzl, de 73 años, al empezar la tercera sesión en el tribunal de Sankt Polten, 60 kilómetros al oeste de Viena.

Fritzl admitió el lunes –cuando se abrió el juicio– los cargos de incesto, violación y secuestro, pero rechazó los de esclavitud y asesinato. Este último puede conllevar cadena perpetua, mientras los demás no pueden ser castigados con más de 20 de cárcel, dado que la ley austriaca no contempla la acumulación de penas.

Interrogado por la presidenta del tribunal sobre la razón por la que modificó su postura, respondió que lo había inducido el testimonio en video de su hija, y agregó: lo lamento.

Fritzl, quien engendró siete niños con Elisabeht durante casi un cuarto de siglo de abusos sexuales, hasta ahora había negado su responsabilidad por la muerte de uno de los recién nacidos en 1996 en el sótano de su casa, donde la mantenía encerrada. Incluso, su abogado, Rudolf Mayer, se declaró sorprendido por este cambio.

El tribunal había revisado a puerta cerrada las 11 horas del testimonio grabado de su hija Elisabeth, de 42 años, quien cuenta su martirio inimaginable en el sótano-calabozo de 40 metros cuadrados, sin ventanas ni calefacción, donde dio a luz sola a siete hijos, uno de los cuales murió en 1996.

Confiaba en que el niño saldría de ella, dijo el miércoles Fritzl. Reconozco que soy culpable; tendría que haberme dado cuenta de que el bebé estaba muy mal, añadió. Por ese deceso, Fritzl puede ser condenado a cadena perpetua, a no ser que pase el resto de su vida en un centro siquiátrico, como recomendó el miércoles la experta Adelheid Kastner, y como pide la fiscalía.

En caso de una condena de internamiento en la materia, Fritzl se someterá a ella antes de purgar una eventual pena de prisión, aclaró ante la prensa el portavoz del tribunal, Franz Cutka.

En la corte, la siquiatra estimó que el acusado puede reincidir. Persiste el peligro de que cometa nuevos actos graves si no recibe tratamiento, afirmó.

Sobre por qué eligió a Elisabeth como víctima de entre sus siete hijos legítimos, Fritzl explicó: Era testaruda como yo, era tan fuerte como yo, y cuanto más fuerte es el adversario, más grande es la victoria. Adelheid Kastner, que declaró al acusado responsable de sus actos, concluyó que sufría graves trastornos de la personalidad. Según ella, le confesó haber nacido para violar.