La construcción de una plaza dedicada al artista español Salvador Dalí (1904-1989), con un dolmen de 13.13 metros de alto y una escultura de Newton, réplica de la que existe en Madrid, es lo que Javier Trías, delegado general para el continente americano de la sociedad Ararte, SL, ha propuesto al Gobierno del Distrito Federal.

En los años 80 del siglo pasado, la ciudad de Madrid ofreció a Dalí un espacio para crear un concepto arquitectónico en agradecimiento por su colaboración en una campaña publicitaria institucional para fomentar las visitas a los museos. El dolmen de Dalí –tres pilares de piedra que sostienen una tabla oblonga– inaugurado el 18 de julio de 1986, fue su única intervención urbanística, a la vez que su última obra.

Los 200 millones de pesetas para realizar el proyecto fueron aportados en partes iguales por Ararte, propietaria de los derechos de imagen y reproducción del monumento, con el dinero procedente de la explotación de los mencionados derechos y por los comerciantes de la zona, en concreto un conocido almacén de la calle Goya y la empresa concesionaria del estacionamiento de la otrora plaza de Felipe II, publicó la prensa entonces.

Aquí el costo sería de 3.5 millones de euros, aunque Trías expresa: Ahora bien, si hay una sociedad, un banco, una entidad financiera, la cual apoye también este proyecto y ayude a la financiación aparte del gobierno, esta-ríamos encantados.

Reunión con asesores de Ebrard

La sociedad Ararte, presidida por Antonio Redondo, ostenta los derechos universales del dolmen de Dalí, de modo que propone desarrollar dos tipos de proyectos para mantener vivo el legado del artista: promover plazas Dalí en diferentes ciudades del mundo y crear un área cultural donde el conjunto monumental sea el núcleo de un proyecto de arte vivo en la calle.

Dibujo de Dalí que ilustra el monumento dedicado a Newton que se ubica en la capital españolaFoto María Luisa Severiano

Hace cosa de un año, en vista de los festejos del bicentenario y por la cantidad de españoles aquí, Ararte decidió promover la idea de la plaza en la ciudad de México. Hace unos días, Trías se reunió con los asesores en materia cultural del jefe de Gobierno del Distrito Federal. Los de Ararte ya habían escogido ocho, nueve ubicaciones, aunque Trías expresa que para nosotros el sitio ideal sería el Zócalo, como cosa espectacular.

Sus interlocutores nos indicaron las bases que necesitan para presentarlo, documentación, etcétera, una parte de la que viene en camino desde Madrid.

Homenaje a Newton

La plaza de Dalí consiste en unas estructuras circulares materializadas como losas de granito de diferentes tonos y una zona radial, que marque el eje de gravedad de la plaza. Delante viene la escultura de Newton, hecha en bronce, de cuatro metros de altura. La idea de Dalí era que el dolmen fuera un homenaje a la arquitectura, a los primeros arquitectos. La escultura, por su parte, rinde homenaje a Isaac Newton, el descubridor de la Ley de la Gravedad; es el personaje de la obra Fosfene de laporte (1932), con sus dos esferas.

A su vez, la escultura se asienta sobre un cubo de basalto dedicado a su esposa Gala. El enlosado está formado por rayos y círculos concéntricos en expansión. El domen pesa aproximadamente 230 toneladas, de allí que se usaría material procedente de México, pero la escultura se fundiría en España, apunta el entrevistado.