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Urge una respuesta popular frente a la crisis Notas sobre el Movimiento en Defensa de la Economía Popular , el Petróleo y la Soberanía Nacional Jesús Ramírez Cuevas La crisis financiera y económica está dejando sentir sus efectos en nuestro país y nadie sabe cuándo va a terminar. Los cálculos más optimistas consideran que el retroceso de la economía durará por lo menos un año. “Es un gran tsunami económico” que nos golpeará fuerte, dijo el secretario de Hacienda, Agustín Carstens. Según algunos analistas, la crisis global va a desencadenar cambios profundos en México, de consecuencias incalculables. Incluso los empresarios hablan de colapso económico, de “Estado fallido”, de ingobernabilidad, hambre y violencia desbordadas. A lo largo de 2009 la recesión se profundizará , impulsada por la baja de los precios del petróleo y del envío de remesas; la devaluación del peso; la quiebra de grandes empresas, y la caída de la industria, el comercio y el campo. El consumo se derrumba y ya suman más de 600 mil los trabajadores despedidos. El destino de México no está escrito de antemano y el futuro dependerá de lo que hagamos o dejemos de hacer el Estado y los ciudadanos. Por ello es urgente construir una respuesta popular para evitar la destrucción del país. Hay que impedirle al gobierno de la derecha que continúe entregando la riqueza nacional a extranjeros y siga utilizando el presupuesto público para rescatar a especuladores y empresas. Es impostergable actuar para dar fin a este castigo al pueblo que le imponen la falta de oportunidades y derechos sociales; los bajos salarios, y la escalada de precios de los artículos de primera necesidad, combustibles y servicios. En plena desintegración moral y pérdida de poder, el gobierno federal se empeña en seguir las políticas del Fondo Monetario Internacional, las mismas que han provocado esta crisis mundial. Con ello arrastrará a la ruina a toda la clase política. Es el país mismo el que está en juego, esto vuelve urgente organizar una respuesta democrática y popular para recuperar las instituciones políticas a favor del pueblo. Hay que construir las bases de una nueva república para todos, incluyente, en la que el Estado asuma su responsabilidad social y provea de educación, salud, trabajo, cultura y bienestar a toda la población. Considerando las dimensiones de esta tarea y la pluralidad requerida para conformar un proyecto nacional, es indispensable establecer una gran alianza de organizaciones populares, ciudadanas y políticas con el objetivo de terminar con la política económica neoliberal y sentar las bases de una transformación profunda de México. Esto implica la movilización y la organización ciudadana, acompañadas de una amplia discusión sobre los problemas del país y de la gente, sobre las alternativas posibles. Con estas premisas, el Movimiento en Defensa de la Economía Popular , el Petróleo y la Soberanía Nacional , como espacio amplio y ciudadano, está convocando a todos los mexicanos a organizarse para cambiar el modelo neoliberal. En lo inmediato, a movilizarse para proteger la economía familiar y el empleo, exigir aumento de salarios y la reducción de los precios de los productos básicos, de las gasolinas, del diesel y de las tarifas eléctricas; así como defenderse de los abusos y demandar la disminución de comisiones e intereses por créditos hipotecarios y bancarios. Se trata de organizarse para exigir el respeto a nuestros derechos y el bienestar de todos. Con este propósito, la Asamblea Nacional del 25 de enero pasado en el Zócalo capitalino, a propuesta de Andrés Manuel López Obrador, acordó instalar Casas del Movimiento en las 32 entidades federativas del país, en todos los municipios y ciudades, donde se pudiera. Estas casas serán el referente territorial y el centro de operaciones de nuestro movimiento. Serán lugares de encuentro y de trabajo para defender la economía popular y promover la ayuda mutua, fomentando la vida y el desarrollo comunitarios. Serán espacios de acción ciudadana y de solidaridad con otros movimientos sociales del país. En la primera etapa se informará sobre los objetivos y propuestas del movimiento; se promoverá la organización de usuarios y deudores, y se atenderán las denuncias ciudadanas por cobros excesivos de luz, de cartera vencida de bancos y créditos hipotecarios, así como las quejas por las comisiones e intereses desmesurados en tarjetas de crédito. Por medio de esta red de casas se convocará a la movilización popular de protesta y a organizar acciones autogestivas en defensa de la economía familiar en materia de salud, consumo y abasto de productos básicos, junto con actividades artísticas, culturales y de educación política. Se busca que las casas sean verdaderos espacios de participación ciudadana, sin control de ningún partido, aunque sus integrantes pertenezcan a alguno, ahí podrán participar organizaciones sociales, instituciones civiles y académicas. Estas casas son el primer paso para crear una red nacional para la transformación democrática del país. Son el embrión de una fuerza nacional con capacidad de acción local, que impedirá que la oligarquía nacional y los grandes capitales destruyan México. Se trata de un paso concreto para hacer real la aspiración de miles de mexicanos de vivir en una sociedad basada en la justicia, la libertad, la democracia y la soberanía. |