Los narcos utilizan métodos cada vez más sofisticados para el trasiego
Lunes 16 de marzo de 2009, p. 9
Un diagnóstico de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal sobre actividades de la delincuencia organizada refiere que el precio de cada gramo puro de cocaína se incrementó 90 por ciento en nueve meses. Según este registro, de enero de 2007 a septiembre de 2008 el costo por gramo pasó de 96 dólares a 183.
El documento oficial precisa que en Colombia –uno de los países que más cocaína producen– el precio al mayoreo por kilogramo del alcaloide es de mil 762 dólares, mientras en México –país de tránsito y consumo de diversas drogas– el costo por cada kilo se eleva a 8 mil dólares. A su llegada a Estados Unidos y Europa el precio llega a oscilar entre 200 y 500 mil dólares, según el reporte de la SSP federal.
Según este diagnóstico, los narcotraficantes han refinado los métodos para el traslado de cocaína por la vía marítima, ya que hoy en día transportar los cargamentos desde el sur de México hacia Estados Unidos es mucho más difícil para los operadores de los grupos criminales.
El académico Guillermo Garduño, experto en análisis de seguridad nacional y fuerzas armadas, refirió sobre este tema a La Jornada, durante una entrevista publicada el pasado 2 de marzo, que “México es el punto de confluencia de múltiples rutas. Son estas vías de distribución lo que genera el valor agregado más importante para el caso de las drogas.
“En Colombia, por ejemplo, el kilogramo de cocaína tiene un valor de 2 mil 500 dólares. Cuando esto se traslada a Panamá ya prácticamente creció el precio a 4 mil. Al llegar el kilo de coca a Guatemala el valor subió a 6 mil dólares. Cuando esta droga llega a México tiene un valor de entre 8 y 16 mil dólares.
En la frontera mexicana con Estados Unidos el costo por kilo de cocaína ya es de 27 mil dólares. Finalmente, en el mercado estadunidense el kilogramo al menudeo logra obtener utilidades por 139 mil dólares
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Esto demuestra que las enormes fortunas que se crean por el tráfico de drogas se amasan al transportar los enervantes, no al producirlos, destacó Garduño.
