Madrid, 13 de marzo. Pedro Almodóvar aprovechó la presentación en Madrid de Los abrazos rotos, para contar anécdotas y salir al rescate de Penélope Cruz.

La artista, que acaba de ganar un Óscar por Vicky Cristina Barcelona, confesó que disfrutó el premio días después, ya que, por los nervios de aquella noche, sólo recuerda 10 por ciento.

También señaló que ya tiene la estatuilla medio rayada de tanto viajar con ella. Almodóvar, quien en varios momentos hizo preguntas como un periodista más, le inquirió si no le pasa que la gente le pide tocarlo, a lo que la actriz respondió que sí.

La gente trata al Óscar como un ser vivo; yo tenía la sensación de haber tenido un niño, dijo el director entre risas sobre el galardón que obtuvo por Hable con ella.

Cruz relató que suele ser un momento muy curioso aquel en el que, en los aeropuertos, al pasar los controles, le preguntan qué es eso tan raro que lleva en la maleta.

Tema inevitable

Cuando un periodista le preguntó a Penélope Cruz si le hubiera gustado que Javier Bardem le entregara el Óscar, con quien se dice que tiene una relación, se negó a responder y se produjo un momento de tensión, que Almodóvar relajó de inmediato: Lo difícil es que te nominen para un Óscar. Todo lo demás es secundario en ese momento.

Ambos señalaron también que les cuesta no pasar desapercibidos en la calle, aunque saben que es parte de su trabajo. “No creo que haya peor modo de vivir que el de Michael Jackson, que es el súmmum de esto de convertirse en celebrity ”, comentó Almodóvar, quien rechazó el estilo de muchos artistas de Hollywood de rodearse de guardaespaldas.

Por eso, recordó que durante una visita de Madonna, a Madrid, le dijo que en España no se entendía semejante despliegue, después de que ésta se sorprendiera de que él no llevaba guardaespaldas. “Como no sea para tirármelos”, respondió Almodóvar en medio de una carcajada del auditorio.