Guillermo Cantú, jefe de las selecciones nacionales, quien presentó su renuncia, fue el chivo expiatorio tras el reciente fracaso de la Sub-20 en la eliminatoria rumbo al Mundial de Egipto.

En cuanto a Justino Compeán y Decio de María, presidente y secretario de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), respectivamente, dijeron que será la asamblea de dueños, el próximo 27 de abril, el órgano que podría destituirlos.

Compeán lamentó la dimisión de Cantú, de quien hizo una apología, pero no por su labor en las fuerzas básicas, sino por sus grandes ideas para mejorar el gimnasio y el comedor del Centro de Alto Rendimiento, el auditorio y otros aspectos.

El propio Cantú resaltó, como si fuera su máximo logro, que Jesús Ramírez haya llegado al timón del América. Para mí es un gran ascenso, dijo orgulloso.

Compeán, por su parte, anunció su viaje de este sábado a Zurich con directivos de Santos, Chivas y Pachuca, para invitar al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, a inaugurar en el segundo semestre del año los estadios de Torreón y Zapopan, así como ampliaciones en la casa de los Tuzos.

Sin embargo, De María canceló su boleto para quedarse a trabajar en el plan con los equipos menores que se prepara desde la semana pasada, en coordinación con el comité de selecciones.

Queremos que se defina a la brevedad; podría anunciarse el plan junto con la convocatoria del juego del 28 (contra Costa Rica), señaló Compeán, quien agregó que el proyecto estará vinculado con las ligas Sub-17 y Sub-20, cuyo calendario será paralelo al de primera división.

Asimismo, anunció ideas agresivas para plasmarlas en el reglamento, las cuales se aplicarán cuando algún club se rehúse a ceder jugadores.

No hubo explicación coherente sobre el reciente fracaso. Cantú pregonó hasta el cansancio: es mi responsabilidad y me tengo que ir y el único culpable soy yo.

Admitió que designó a Juan Carlos Chávez como sucesor de Chucho Ramírez al frente de los menores de 20 años porque es mi amigo, aunque ni credencial de técnico tenía, y el error fue no tener gente preparada para enfrentar estas eventualidades, es decir, la salida del estratega titular.

Juan Carlos Chávez, ahí presente, tuvo que defenderse y dijo que tiene ocho años de experiencia dirigiendo equipos, pero Cantú remató: esta camada no nos salió buena, porque a la hora de la verdad no la metieron (goles), pero no se nos olvide que las derrotas son formativas; aunque duele, enseñan.

Cuando se preguntó a Compeán y a De María si por vergüenza, responsabilidad y profesionalismo también renunciarían, Compeán aseguró: “no dejo de tener ni un minuto vergüenza y responsabilidad, pero debe trabajarse a marchas forzadas, porque está en puerta el premundial de la Sub-17, en Tijuana.

Pese a todo, el titular de la FMF, quien asumió el cargo en septiembre de 2006, admitió sus pobres resultados: no podemos tapar el sol con un dedo. Hay explicaciones, pero no justificaciones. Yo no estaba (en el cargo) en 2005 y salvo eso (el título mundial Sub-17) no ha habido nada que llame la atención... Ojalá en adelante mejore.