Desde hace cerca de medio siglo, los sonideros han sido el corazón de los bailes en las vecindades y colonias populares de la ciudad de México. Antes de que suene en la radio o esté en la tienda, aquella cumbia de Colombia primero se escucha en alguna celebración de 15 Años o bautizo. Y luego, conforme el pueblo mexicano se vuelve cada vez más transnacional, también lo hace la fiesta, y los sonideros de Tepito o la Impulsora se presentan en Nueva York o Los Ángeles.

Todo esto se festejará a partir de hoy, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Entre las actividades del Proyecto Sonidero se ofrecerán mesas redondas, exposición de fotografías y, sobre todo, mucha música y baile.

No todo es celebración. Hoy, los sonideros sufren una crisis, dieron a conocer Manuel y Raúl López, hermanos que llevan el Sonido Sonorámico, que también fue fundado por su otro hermano, Rodolfo. Una de las metas del proyecto es abrirles espacios a los sonideros.

Con todo y crisis, siguen transformándose. Mariana Delgado, codirectora de Proyecto Sonidero, contó que llegó a ellos en su búsqueda de comunidades trasnacionales que usaran las herramientas de la Internet para articularse, expresarse y organizarse. Y se llevó una sorpresa al encontrar que es “una comunidad que se ha ido apropiando de las distintas técnicas –equipo, radio, Internet– de un modo sumamente creativo, que responde a las necesidades de su comunidad y de otras más amplias”.

A lo cual Marco Ramírez, también codirector, añadió: Han ido de la apropiación de la calle a la apropiación de la tecnología. Se refiere a que, sobre todo, hace años un sonido se montaba en una calle y ya se armaba el baile. Hoy la cosa es más complicada, por los permisos que hay que pedir a las autoridades, etcétera.

Según Mariana Delgado, sólo Televisa y Tv Azteca se pueden dar el lujo de tener las palancas como para usar la calle, todas partes, a cada rato. Los demás lo hacen con mucho esfuerzo, cada mil años, con todo tipo de riesgos. Pero entonces, ¿para quién queremos la ciudad?, preguntó.

Éste es uno de los temas que está de fondo en el Proyecto Sonidero, aunque no lo parezca a primera vista. Para los involucrados es muy importante la recuperación de los espacios públicos y el espíritu de barrio, por ejemplo, mediante fiestas.

Manuel López, de Sonorámico, opinó que si se fomentaran lugares como los salones de baile, incluso ayudarían a disminuir la delincuencia.

Sonido Sonorámico se formó en 1974, en la colonia Impulsora, en Ciudad Nezahualcóyotl, y la razón básica por la cual ha sobresalido es la calidad de la música, aseguran los organizadores del proyecto.

Manuel López ha viajado a Colombia, Panamá, Perú, Guatemala, Costa Rica, Cuba, Santo Domingo, Nicaragua, El Salvador, en una búsqueda de música. Comenzó a hacerlo por necesidad: las disqueras y las estaciones de radio privilegiaban a ciertos sonideros y Sonorámico decidió, según palabras de los hermanos López, independizarse e ir a buscar las cumbias y salsas a su lugar de origen. Ahí comenzó su fama. Tenían lo que nadie más.

Hoy todo es diferente

Hoy, con la piratería, la Internet y los cedés, todo ha cambiado.

De esto y mucho más platicarán hoy, a las 19 horas, en el Centro Cultural de España (CCE), durante la mesa redonda Los sonideros son melómanos sin fin, en la cual participarán representantes de los sonidos Maracaibo, Fajardo y Sonorámico.

Ese mismo día y en el mismo sitio, se inaugurará una exposición fotográfica con el tema de los sonideros. Está compuesta por imágenes tomadas por Livia Radwanski y Mark Powell, así como carteles de bailes, una cabina y un video acerca de lo que ha hecho este proyecto.

La jornada culminará con una tocada con los sonidos Maracaibo, Fajardo y 64.

El sábado 14, a partir de las 21 horas, habrá baile al aire libre, con entrada gratuita, amenizado por Sonido Sonorámico, en la Plaza de Santo Domingo. Se lleva a cabo en el contexto del 25 Festival de México en el Centro Histórico.

Proyecto Sonidero montó un blog (www.elproyectosonidero.wordpress.com) que quieren que sirva como espacio de conversación intersectorial entre sonideros de distintos lados, académicos, soundsystems y demás.