El proceso electoral es el que corrige, sanciona o premia las actividades y posiciones de cada partido, advirtió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, al participar en la octava convención nacional de la American Chamber (AmCham).

Precisó que no comparte la idea de que los partidos y el pueblo son distintos, porque los primeros representan a diversos conglomerados de una sociedad con ideologías diferentes. Los partidos tienen un límite, si se equivocan en su estrategia lo van a pagar en las elecciones.

A la pregunta de si estaría dispuesto a apoyar una reforma política que garantizara que el Congreso represente el interés del pueblo, no el de los partidos, Ebrard Casaubon respondió: podría decirles lo que sé que ustedes quieren escuchar, y oyeron 20 veces: que debemos estar por encima de los partidos y luchar por México, está bien, es cierto.

Sin embargo, remarcó, en los sistemas democráticos hay, por un lado, diferentes ideologías y sectores representados por cada partido, y por otro, tiene que haber un punto para que en los temas nacionales primordiales se pueda llegar a acuerdos, incluso multipartidistas, como se hace en otros países.

A manera de ejemplo, el titular del Poder Ejecutivo local se refirió al cabildeo que los gobernadores, incluyéndolo a él, llevan a cabo cada año en la Cámara de Diputados para que se les apruebe su presupuesto con diputados de todos los partidos políticos ahí representados.

Creo que nadie sacó finalmente lo que idealmente había pensado, porque en un proceso de negociación tienes que ir cediendo posiciones para llegar a un punto final. ¿Cuál fue el resultado final? Que se aprobó un presupuesto prácticamente por unanimidad, concluyó.