El PRD estima que obtendrá 7 millones 896 mil 78 votos en los comicios federales del 5 de julio próximo, si participa 45 por ciento de los electores. Eso le representaría obtener casi 1.9 millones de sufragios adicionales a los 6 millones de votos duros con que cuenta a escala nacional.

Para cumplir con la meta impulsará una campaña de promoción del sufragio, con un costo de 25 millones de pesos, que incluye la movilización de 70 mil promotores por todo el país, y la instalación de casas del sol en cada una de los 64 mil 621 secciones electorales.

Hasta el 31 de enero, con base en datos del Registro Federal de Electores, la lista nominal era de 75 millones 696 mil 415, y a partir de ello los cálculos perredistas establecen un universo de votación de 34 millones para los comicios federales.

El sábado pasado se integró la coordinación nacional correspondiente a la promoción del voto, que integra a los secretarios de asuntos juveniles, Ángel Ávila; de formación política, David Cervantes; de equidad y género, Jezabel Galván; de políticas públicas y buen gobierno, Beatriz Cossío; de organización y desarrollo partidario, Ángel Cedillo; de finanzas, Javier Salinas, y de democracia sindical, derechos laborales y movimientos sociales, Marco Aurelio Vázquez.

Mediante el programa aprobado, el partido buscará atender los 300 distritos electorales, integrados por bloques, que a su vez conforman entidades según el número de votos que podrían representar. En primer lugar, las que registran el voto duro, entre ellas Distrito Federal, estado de México, Guerrero, Michoacán, Baja California, Zacatecas –en esta última, por cierto, hay temor de que se pierda uno de sus distritos importantes, Fresnillo.

Segundo: Morelos, Oaxaca, Tabasco, Veracruz, Tlaxcala e Hidalgo. Luego, Tamaulipas, Colima, Guanajuato y Coahuila (con un solo distrito); otro bloque con algunos de Puebla y Nayarit, Uno más con Sinaloa (con dos distritos). En total, esos bloques incluirían 192 distritos electorales.

La información proporcionada revela que el PRD pretende, con el programa nacional de promoción del voto, ir más allá de la elaboración tradicional de propaganda para difusión del partido y sus candidatos. Busca hacer de forma controlada la identificación y la organizaciones de sus votantes.

Así, contará con una estructura nacional que comprende coordinaciones nacional, estatales, distritales y promotores del voto.