Jesús Ortega Martínez, presidente nacional del PRD, minimizó las denuncias de que algunos precandidatos del partido –como Lorena Villavicencio y Clara Brugada– reparten despensas a cambio de votos.

Esas cosas hay que comprobarlas porque las acusaciones que se hacen son ligeras y se pretende descalificar a una persona en una conferencia de prensa, y yo sé que los periodistas no son (agentes del) Ministerio Público.

Las informaciones, afirmó, deben sustentarse con pruebas ante los órganos jurisdiccionales del PRD y, en su caso, ante las instancias judiciales pertinentes para que se castigue a quien incurre en esas prácticas.

Ortega consideró que, a diferencia de lo que ocurre con PRI y PAN, la elección interna se desarrolla, en términos generales, con tranquilidad. No hay protestas, manifestaciones ni confrontaciones como ocurre, afirmó, con los otros dos partidos.

No dudo que a veces haya tonos elevados en algunas declaraciones, pero el proceso se desarrolla en términos generales con pasión y con orden democrático.

Pese a ello, no descartó que el día de la elección de candidatos perredistas a diputados federales, locales y funcionarios municipales –el próximo domingo– se presenten algunas dificultades que, confió, el órgano electoral interno pueda corregir de manera inmediata.

Enalteció las pláticas con dirigentes perredistas en el Distrito Federal para demostrar con hechos que el PRD, efectivamente, ha dado vuelta a la página (en cuanto a crisis interna) y ahora es un partido con orden democrático y estabilidad.

Ortega, al reunirse con militantes femeninas del PRD para celebrar el Día Internacional de la Mujer, criticó a PRI y PAN por no incluir en sus estatutos la igualdad de género a puestos de representación popular. Y aunque hasta el momento las listas de precandidatos perredistas no cumplen con la cuota, confió en contar, al menos, con 40 por ciento.

También se manifestó, una vez más, contra pronunciamientos de funcionarios estadunidenses sobre el problema del narcotráfico en México.

Deberían estar tomando medidas para combatir internamente el tráfico de estupefacientes y de armas, así como lanzar campañas de salud pública para que allá no se consuma cocaína. Sería más efectivo, en lugar de andar fanfarroneando con enviar tropas estadunidenses a nuestro país, señaló.