A plena luz, durante la visita familiar, al menos 12 sujetos fuertemente armados, encapuchados y ataviados con uniformes falsos de la policía federal llegaron en siete camionetas al Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Gómez Palacio, Durango, sacaron a cinco reos y escaparon.

Fuentes consultadas afirmaron que el director del penal, Tomás Asplan Aguilera, abrió paso al comando y dispuso la salida de los cinco internos, quienes fueron subidos a las camionetas; al consumarse la fuga, el funcionario fue liberado en el vecino municipio de Torreón, Coahuila, donde tomó un taxi de regreso.

La Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmó que el director fue levantado por el grupo armado en Gómez Palacio, e identificó a los evadidos como Rafael Caro Canales, Melesio Pérez Sánchez, Juan Daniel Fuentes Hernández, Abel Vázquez Lozano y Enrique Alcántar Ramírez, recluidos en distintas fechas por acopio de armas, asociación delictuosa y delitos contra la salud.

Tras cundir el llamado de alerta, integrantes del Ejército y la policía federal llegaron a la cárcel y tomaron el control.

Por la tarde, el gobernador Ismael Hernández Deras ordenó una investigación inmediata y dijo que se aplicará la ley si custodios o personal de la cárcel operaron en complicidad con los pistoleros.

En otro incidente carcelario, ocurrido en la la penitenciaría central de Santa María Ixcotel, en el municipio conurbado de Santa Lucía del Camino, Oaxaca, hubo al menos un muerto y cuatro heridos durante un enfrentamiento entre reos.

El subprocurador de Justicia estatal, Netolín Chávez Gallegos, dijo que grupos antagónicos se enfrascaron en una balacera hacia las 18 horas en el patio central de la instalación en una disputa por el control; por la noche, decenas de policías estatales y federales, así como elementos del Ejército, controlaban la situación en el penal.

Sobre la balacera entre bandas criminales que se reportó el jueves en la comunidad de Jocuiztle, municipio de Pueblo Nuevo, Durango, y que según las primeras versiones dejó 20 muertos, pero luego las autoridades no hallaron cadáver alguno, el pasado sábado el general de brigada y comandante de la décima Zona Militar, Moisés Melo García, dijo que fueron al menos nueve los decesos.

En otros hechos, cinco individuos fueron asesinados en Chihuahua: tres en Ciudad Juárez y dos en Camargo; uno de los que perecieron en la localidad fronteriza fue envuelto en plástico y puesto en un carro de supermercado en posición fetal.

Por otra parte, dos cadáveres más aparecieron en Guerrero: uno en el municipio de Quechultenango, en la zona centro, y otro en Tierra Caliente, ambos con heridas de bala.

En Sinaloa, dos personas perdieron la vida en hechos atribuidos al crimen organizado. Una de las víctimas fue asesinada cerca de la comunidad Las Lajas, municipio de San Ignacio, y la otra en inmediaciones de San Lorenzo, al sur de Culiacán.

Asimismo, efectivos del Ejército Mexicano aseguraron en la capital sinaloense dos presuntas casas de seguridad, cinco automóviles –dos estaban blindados–, 11 armas de fuego, entre ellas ocho fusiles AK-47, así como 27 granadas de fragmentación y más de 8 mil cartuchos útiles.

Por lo que hace a Mexicali, Baja California, se reportaron otras dos ejecuciones y dos más en Tijuana, donde además el Ejército detuvo a 60 personas durante una fiesta de 15 años que se realizaba en la colonia Los Álamos de esa localidad.

Fuentes consultadas dentro de las corporaciones policiales dijeron que entre los detenidos hay dos escoltas, uno de los cuales está asignado a la seguridad de la familia del gobernador José Guadalupe Osuna Millán, y el otro al alcalde de Tijuana, Jorge Ramos Hernández.

Añadieron que otros agentes municipales, estatales y ministeriales también fueron apresados; además, se detuvo a mafiosos como Ángel Jácome Gamboa, El Kaibil, lugarteniente de Teodoro García Simental, El Teo.

(Saúl Maldonado, Octavio Vélez Ascencio, Rubén Villalpando, Sergio Ocampo Arista, Irene Sánchez, Javier Valdez Cárdenas y Antonio Heras, corresponsales)