Invasión estadunidense en la colonia Cuauhtémoc
¿Y la autoridad delegacional?
la vista de todos, y con la complacencia del jefe delegacional de Cuauhtémoc, la embajada de Estados Unidos se apropió de parte de las calles Río Papaloapan y Río Danubio.
Todo parece indicar que los requerimientos de la representación de aquel país para poder dar servicio a quienes buscan trasladarse fuera de nuestras fronteras, al país del norte, hizo necesario ampliar las instalaciones, y así, con la excusa, tal vez hasta con la amenaza de que la demanda sólo podría ser atendida con la ampliación de las instalaciones.
El asunto es delicado porque no existe ninguna explicación por parte de las autoridades mexicanas que pueda dar razón del porqué se tomaron las calles sin autorización de las instancias locales o federales competentes, y así, de una vez se cerró el paso a los peatones y los vehículos. La calle dejó de ser parte de la ciudad.
Una asociación de vecinos de esa delegación, de la Cuauhtémoc, lanzó la acusación después de recabar información tanto en la Secretaría de Relaciones Exteriores como en la de Gobernación, para saber si de allí había partido algún permiso, pero es la agrupación vecinal la que tuvo como respuesta que no es faculta de las oficinas federales consultadas, expedir ese permiso.
Así llegaron hasta la delegación, encabezada por quien la gobernaba y ahora pretende ser diputado federal, en donde no hubo respuesta. Se acudió al Instituto de Información Pública del DF, que halló que la delegación Cuauhtémoc no había dado permiso para la invasión de la calle o para la construcción sobre ella de ningún tipo de estructuras.
Hay cosas raras que atender en este lío. Primero, ¿por qué si no hay autorización de la delegación, por ejemplo, siempre hay una guardia policial en esas calles? Segundo, si el asunto es de seguridad, ¿por qué las autoridades locales no dieron su permiso?
Para José Luis Muñoz Soria, ex jefe delegacional, será muy difícil poder explicar ¿qué pasó?, pero para las autoridades en general esto es cosa muy seria porque todos hemos visto que el paso por las calles aledañas a la embajada están vedadas para sus dueños, y nadie parece haber sentido la necesidad de aclarar la situación. Es como si todo el mundo supiera que lo que se hace desde el vecino país está bien, sea como sea.
El asunto que destapó este grupo de vecinos apenas empieza. Hay muchas mas preguntas que contestar, y existe una legitima preocupación por parte de los habitantes de la Cuauhtémoc, y seguramente de mucha gente más, por averiguar cómo es que sucedió la invasión a su calles. Así que lo mejor es empezar a preparar las explicaciones.
Y esto no será fácil porque simplemente parece no haber ninguna, cuando menos convincente. Entonces ahora viene lo difícil, justificar que un par de calles de ciudad, y 3 mil personas, cuando menos, vean afectados sus derechos constitucionales. Ya veremos.
De pasadita
Cosa rara, a la señora Ana Gabriela Guevara ya la vimos posando como si lo que persigue es dar lecciones de moda; la miramos festejar un cumpleaños, entre pastelazos que la ponen en el plan de la muy querida candidata, por un puñado de gente que quién sabe de dónde salió, pero lo que no sabemos es por qué no ha dicho qué quiere para la delegación Miguel Hidalgo, por qué no se ha sumado a las protestas vecinales en contra de las atrocidades de su tocaya de apellido Cuevas. En fin, por qué nadie sabe nada de cómo piensa gobernar. Total, para eso no sirven sus asesores. Buena suerte.