El Atlante recupera terreno a costa de las Águilas, que son antepenúltimas de la general
Cruz sacó a Carevic, anotador del autogol, para meter a Bermúdez, quien dio otro rostro a la ofensiva local
Por más variantes que intenta Ramírez, el equipo no ataca ni se defiende bien
Lunes 9 de marzo de 2009, p. 2
Cancún, QR, 8 de marzo. Tan mal jugó esta tarde el América, que los Potros anotaron los cuatro goles en su triunfo de 3-1, que pudo haber sido más abultado de no ser por acertadas intervenciones de Guillermo Ochoa y fallas de los delanteros azulgranas.
Atlante consiguió apenas su segunda victoria del torneo y rompió racha de seis partidos sin triunfo, con lo cual dejó el sótano del grupo uno, al llegar a 11 puntos. Por su parte, las Águilas sufrieron su segunda caída al hilo, de cuatro en total, y quedaron en el último sitio del bloque dos y en el lugar 16 de la clasificación general, con nueve unidades.
El equipo amarillo sólo tuvo media hora de un futbol coherente, aunque sin crear mucho peligro, y se fue adelante en el marcador con increíble autogol de Andrés Carevic. Pero a partir de entonces los Potros controlaron las acciones y le dieron la vuelta al marcador con tantos de Luis Gabriel Rey, Rafael Márquez y Christian Bermúdez.
Jesús Ramírez trató de darle solidez defensiva a su escuadra e incluyó en la alineación titular a Armando Sánchez y Édgar Castillo.
Al inicio le dio resultado, y además tuvieron varias aproximaciones. El dominio era visitante, pero en realidad no pudo crear acciones de peligro, por lo que en una llegada Vilar se lució al quitar a una mano el balón a Robert de Pinho.
Atlante trató de nivelar, sobre todo por conducto de Gabriel Pereyra, pero el duelo se limitó a una lucha en media cancha sin mayor sentido, en la que predominaron las faltas y no hubo acercamientos a las porterías.
En acción fortuita, los capitalinos se adelantaron en el marcador. En tiro libre, Daniel Arreola prolongó el esférico a su área chica, donde el argentino Carevic le ganó el salto a su compañero Gerardo Espinoza y remató con un testarazo, como auténtico delantero, sobre su propia portería, ante la incredulidad general.
El técnico José Cruz no perdonó la pifia y de inmediato sustituyó a Carevic por El Hobbit Bermúdez, quien le dio mayor profundidad a su escuadra.
Atlante dominó a partir de entonces y lo reflejó al minuto 38. En jugada desde media cancha, Rey se llevó fácilmente al Woody Sánchez y a Fernando Ortiz, y fusiló a Ochoa a primer palo.
América ni siquiera podía despejar el esférico y los locales desperdiciaron ocasiones en los botines del propio Rey y Bermúdez, hasta que el 2-1 llegó al minuto 45, en pase filtrado a Márquez Lugo, quien definió con tiro potente ante la salida del portero visitante.
Para el complemento, Jesús Ramírez trató de ajustar con Juan Carlos Silva, aunque El Torito sólo aportó entusiasmo.
La visita sólo atinó a responder en una incursión de Óscar Rojas que remató Beausejour con un tiro débil. La noche se le vino encima al América en el minuto 61, cuando el paraguayo Enrique Vera fue expulsado por un pisotón sobre Clemente Ovalle.
América tenía el balón, pero fue un equipo inofensivo, sin ideas ni profundidad para superar a un ordenado equipo azulgrana que en el contragolpe tuvo más llegadas, aunque otra vez Rey falló y después Bermúdez estuvo cerca de anotar un golazo.
El 3-1 cayó al minuto 67, cuando Rey volvió a desbordar y mandó tiro potente que Ochoa desvió con problemas, pero el balón quedó en el área, donde Bermúdez fusiló para definir el marcador.