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Al relanzar las relaciones, Clinton regala a Lavrov una caja con un botón de reinicio

Sin acuerdos, reunión en Ginebra de los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia
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Serguei Lavrov y Hillary Clinton posan con la caja amarilla que le regaló la estadunidense al rusoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de marzo de 2009, p. 23

Ginebra, 6 de marzo. En una reunión marcada por el simbolismo y los gestos diplomáticos, la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, se reunió hoy con su par ruso, Serguei Lavrov, y antes de entrevistarse con él en privado le entregó frente a la prensa de regalo una caja amarilla con un pulsador rojo que decía en ruso y en inglés botón de reinicio.

Éste es un nuevo comienzo, no sólo para mejorar nuestras relaciones bilaterales, sino para liderar al mundo en áreas importantes, dijo Clinton al explicar la trascendencia de su diálogo con Lavrov durante la conferencia de prensa, realizada después de una larga charla, la primera que sostiene personalmente desde que asumió la jefatura de la diplomacia de Estados Unidos.

A su llegada a la sala del decimoctavo piso del hotel Intercontinental de Ginebra, donde esperaban algunos periodistas, Clinton, que parecía muy relajada, se dirigió a Lavrov y le dijo: Tengo un regalo para usted que simboliza lo que el presidente (Barack) Obama, el vicepresidente (Joe) Biden y yo hemos dicho: queremos partir de cero y lo haremos juntos.

La secretaria de Estado le entregó una caja con un moño, que Lavrov abrió con expresión sorprendida. Del interior sacó una caja amarilla de plástico, que en el centro tenía un botón rojo y una leyenda escrita en inglés y ruso, que decía botón de reinicio.

No obstante el detalle, el texto en ruso tenía un error de traducción que provocó comentarios de los dos diplomáticos.

Nos esforzamos mucho para hallar la palabra correcta en ruso, ¿lo logramos?, preguntó Clinton.

Lavrov contestó entre risas: Se equivocaron. Clinton soltó una carcajada y el ministro ruso le aclaró: “Debió ser ‘perezagruzka’. Está escrito ‘peregruzka’, que quiere decir ‘sobrecargado’”.

Pero los problemas de idioma fueron rápidamente superados y los dos funcionarios posaron para la prensa internacional junto a la caja amarilla, con grandes sonrisas y apretando el botón rojo.

Antes de retirarse al encuentro, Lavrov aclaró que pese a la falta de precisión en la palabra, llevará la caja a su oficina en Moscú.

Al salir, Lavrov reconoció que no nos pusimos de acuerdo sobre todos los problemas, pero nos garantizamos que trataríamos todas las cuestiones de manera conjunta. Citó específicamente la intención de dialogar a detalle sobre los casos de Irán y Corea del Norte.

En lo que sí pudieron alcanzar un acuerdo de principio fue en la renegociación del Tratado Estratégico de Reducción de Armas (Start, por sus siglas en inglés), del que dijeron que es una prioridad en la agenda bilateral y será renovado antes de finalizar el año.

Clinton se había reunido antes en Ginebra con la canciller suiza Micheline Calm-Rey para tratar de conseguir mayor colaboración de su gobierno en la investigación al banco UBS, que el mes pasado entregó a las autoridades estadunidenses datos de clientes que supuestamente habían cometido un fraude al fisco y pagó una multa de 780 millones de dólares.

Washington pide información sobre 52 mil clientes, pero sólo dio datos de algunos cientos.

Más temprano, en Bruselas, Clinton destacó la necesidad de superar las divergencias que marcó la relación de su país con la Unión Europea en los ocho años de gobierno de George W. Bush, y recuperar el tiempo perdido.