La adopción en México de un proyecto similar al Plan Colombia –con el propósito de combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada– no resultaría viable, y mucho menos oportuna, porque las acciones aplicadas en el país sudamericano han resultado un fracaso, coincidieron diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo y Revolucionario Institucional (PRI).

Representantes de esos partidos en San Lázaro coincidieron en que la participación de organismos estadunidenses como el ejército y la guardia nacional, así como las agencias antidrogas y Central de Inteligencia (DEA y CIA, respectivamente, por sus siglas en inglés) en el combate a los narcotraficantes en México, significaría la cesión de la soberanía nacional a fuerzas extranjeras, por lo cual instaron al gobierno de Felipe Calderón a no ser omiso en ese grave riesgo, porque su permisividad refleja su aceptación implícita al intervencionismo de Washington.

El rechazo de los legisladores obedece a que el Plan Colombia ya cumplió 10 años desde su puesta en marcha, y su fracaso, aseveraron, es notorio porque la producción de cocaína en esa nación no sólo se mantiene, sino crece.

El perredista Emilio Ulloa Pérez, presidente de la Comisión de Cultura, calificó de inadmisible que un país como México, con una larga tradición de defensa de la soberanía, permita el intervencionismo de Estados Unidos.

El gobierno mexicano y los poderes de la Unión estamos obligados a emitir un pronunciamiento definitivo contra ese intento; se trata de emitir un rechazo total a la intromisión. Felipe Calderón está obligado a dejar de esconderse, y (debe) dar la cara en defensa de los intereses legítimos de nuestro país.

También por el PRD, Alfonso Suárez del Real adujo que ningún plan similar al Colombia será la solución a la inseguridad que enfrenta México.

El problema es que no hay corresponsabilidad entre México y Estados Unidos; primero para enfrentar los graves problemas de adicción y la venta reciente de armas. El pueblo tiene memoria histórica y no tolerará, como espera el gobierno panista, que se continúe alentando la intervención militar y policiaca de Estados Unidos en suelo mexicano.

Samuel Aguilar, diputado por el PRI y secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores, quien se encuentra de comisión fuera del país, expresó vía telefónica que se pretende presionar y desestabilizar al país para que los ciudadanos terminen exigiendo la intervención del gobierno de Estados Unidos y de su ejército. Se trata de una irresponsable campaña mediática que colocaría a los estadunidenses como paladines que salen en defensa de la democracia nacional.

A su vez, el perredista Cuauhtémoc Sandoval destacó también los 10 años de fracaso del Plan Colombia: propició corrupción, paramilitarismo e instituciones dedicadas al espionaje de la sociedad de ese país.

Para el representante del partido del sol azteca, la estrategia de Estados Unidos, tendiente a militarizar parte de México, es una cortina de humo, porque mientras no se abata el consumo y se enfrenten las adicciones, ningún plan, ninguna medida, ni mucho menos un proyecto serán suficientes para afrontar los efectos de la violencia producida por el narcotráfico.