Someter al gobierno local, objetivo de las tribus del PRD
Pugnas más que profundas
despensa limpia, como ya les habíamos comentado, las campañas de los perredistas que buscan un puesto de elección popular, y que deberá decidirse en las elecciones del 15 de marzo, siguen adelante y auguran otros espectáculo digno solamente de ellos.
De pronto salen a flote los defectos, y las muy escasas virtudes, de los precandidatos, que en casi todos los casos siguen sin dar a conocer, a los posibles votantes, el porqué quieren ocupar un asiento en la Asamblea Legislativa o en alguna jefatura delegacional.
Los antecedentes en este tipo de contiendas son más que conocidos, pero esta vez hay mucho mar de fondo en la elección, y las fuerzas, las tribus internas, saben que buena parte de 2012 dependerá de cómo quede la elección federal intermedia.
Se trata de establecer, en casi todos los casos, por quién y por cuánto habrá de dar su brazo a torcer cada una de las tribus y sus jefes. Si se ve con claridad lo que hasta ahora ha pasado en la capital con los diputados a la Asamblea Legislativa, por ejemplo, se podrá medir la importancia de la elección perredista interna.
La mayoría que consiguió el PRD en la malograda elección de 2006 fue producto de acuerdos que hicieron de Nueva Izquierda la fuerza dominante en la cámara local, y fue esa misma fuerza la que decidió, después de saber, claro, que les habían robado la Presidencia de la República, convertirse en aliados de sus enemigos, en los cómplices del poder.
Las posiciones que lograron los acuerdos, es decir, las que no estaban respaldadas por el consenso del votante, sino por la figura de Andrés Manuel López Obrador, se pretende repetirlas. Se busca ahora, con todo tipo de trampas, seguir montados en los triunfos que ellos saben que no obtuvieron, pero que sí sirvieron para gozar de los beneficios que hoy están en riesgo porque no tienen acuerdo con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.
Por eso ahora acusan a Ebrard de meterse en la elección, aunque la verdad lo que pretenden es que el jefe de Gobierno les abra las puertas, y a base de alianzas inconfesables se queden con los espacios de control que manejan en la actualidad, esa es la verdad, aunque no se quiera reconocer.
En el mismo ejercicio mafioso está René Bejarano y su nuevo instrumento de chantaje y engaño llamado movimiento por la esperanza
. Sin ser militante del PRD, llama a los candidatos, les fija acciones y programas, presiona para conseguir nuevos territorios para su tribu, todo con el fin de fijar la agenda del jefe de Gobierno mediante el control de la Asamblea y los delegados.
Y así habrá de ser la historia. Unos tendrán más, otros menos, pero cualquiera buscará condicionar el quehacer del jefe de Gobierno, fijar su agenda y preparar, en su caso, la siguiente dentellada para la elección de 2012. Por eso hoy día, aunque siempre haya sido igual, las pugnas son más profundas y de mayor importancia. Destruir el sistema mafioso del PRD será una de las tareas más importantes del elector, aunque en ello vaya buena parte del poder.
De pasadita
Si las denuncias sobre el sucio desempeño de José Luis Muñoz Soria como jefe delegacional de Cuauhtémoc, y ahora como precandidato a una diputación, se juntaran con las de su delfín, Agustín Torres, a quien impuso René Bejarano, se podría copetear un camión de basura. Y si se miran las de Víctor Hugo Lobo en Gustavo A, Madero, llenaríamos el Estadio Azteca, dicen por lo bajo los militantes del PRD.
Y lo que faltaba, ahora resulta que Lobo Román, quien firma como ingeniero, no cuenta con el registro de la Dirección General de Profesiones de la SEP, según oficio de esa dependencia federal fechado el 24 de febrero de 2009, aunque el candidato a la jefatura delegacional de Gustavo A. Madero ha firmado documentos oficiales con un título que, según el oficio mencionado, no tiene. Esto no quiere decir que Lobo hubiera obtenido su título en alguna otra parte del mundo y todavía no lo ha registrado. Podría ser.
Pero si no es así, ¿con qué objeto se trata de engañar a la gente y a la autoridad? Así, la verdad, no se puede.