Montevideo, 5 de marzo. Para reintegrar a Cuba a la Organización de Estados Americanos (OEA) no hace falta activar una negociación entre los 34 países miembros, sino revocar la resolución obsoleta que habla de la incompatibilidad de los gobiernos marxistas-leninistas con el sistema interamericano, afirmó hoy aquí el secretario general del organismo, el chileno José Miguel Insulza.

Soy partidario de un diálogo con Cuba posterior a la revocación de esa resolución y espero que los países que todavía no tienen relaciones con Cuba las vayan normalizando, dijo Insulza en el mismo país donde los miembros de la OEA –con excepción de México– decidieron excluir a La Habana del organismo, en enero de 1962.

De 34 miembros de la OEA, 31 tienen relaciones diplomáticas normales con Cuba; uno las tiene solamente consulares y dos no las tienen, dijo Insulza en referencia a Estados Unidos, en primer lugar.

En la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, celebrada en Punta del Este, Uruguay, los representantes oficiales suscribieron una resolución de cuatro puntos que señaló que la adhesión de cualquier miembro de la OEA al marxismo-leninismo es incompatible con el sistema interamericano y el alineamiento con el bloque comunista quebranta la unidad y la solidaridad del hemisferio.

Insulza calificó la resolución de antigua y obsoleta pues, aseguró, es un poco absurdo tener una organización en la que sólo tres miembros tienen suspendidas sus relaciones con Cuba, por cosas que pasaron hace 50 años.

Al referirse a las diferencias ideológicas aludidas en la resolución, el ex canciller chileno sugirió que no hay obstáculos de esa naturaleza para proceder a la reinserción del gobierno de Cuba en la OEA, puesto que en periodos democráticos ha habido bastante diversidad y esta no es una situación distinta.

Insulza hizo las declaraciones sobre Cuba durante una conferencia de prensa celebrada durante una visita a Uruguay con motivo de la inauguración de la filial local del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y de una visita a la Asociación Latinoamericana de Integración, donde firmó la adhesión de la OEA a un acuerdo de cooperación energética regional que tiene el objetivo de apoyar proyectos específicos entre países, al margen de megaproyectos.

En fechas recientes ha habido otras declaraciones en favor de la reinserción de Cuba a la OEA y a su inclusión en otros mecanismos de concertación diplomática como el Grupo de Río –formalizada el año pasado–, así como a la formación de un organismo exclusivamente latinoamericano.

A una declaración en ese sentido del presidente boliviano, Evo Morales, hecha en noviembre pasado, se sumó hoy la voz del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, quien dijo en Managua que Cuba debe ser invitada a la próxima Cumbre de las Américas, cuya celebración está programada del 17 al 19 de abril, en Trinidad y Tobago.

Ortega informó que este tema lo ha discutido con su par venezolano, Hugo Chávez, y que en los próximos días promoverán la presencia de Cuba en la reunión anual, de la cual ha sido marginada con base en la resolución de la OEA de 1962.

Después de su asimilación al Grupo de Río –cuya formación en los años 80 estuvo vinculada con los esfuerzos de México y el Grupo Contadora para pacificar Centroamérica–, Cuba ha recibido la visita de varios mandatarios de América Latina. Los dos últimos fueron los presidentes de República Dominicana, Leonel Fernández, y de Honduras, Manuel Zelaya, quien según la edición del diario Granma de este jueves, se entrevistó con el líder revolucionario Fidel Castro.