La totalidad de divisas que acumule el sector público en 2009, unos 19 mil millones de dólares producto de las ventas de petróleo y la contratación de deuda externa, serán vendidos por el Banco de México (BdeM) en el mercado cambiario local para atender la demanda de divisas, anunció este jueves la institución. El organismo aseguró que con esta medida el país podrá sortear la crisis financiera global, que hasta ahora ya se expresó en una devaluación de 50 por ciento en el valor del peso y la pérdida, en sólo cinco meses, de una cuarta parte de la reserva internacional de divisas.

El banco central dio a conocer ayer nuevos mecanismos de intervención en el mercado de cambios aunque, en una comparecencia con la prensa, los encargados de las operaciones de la institución se negaron reiteradamente a proporcionar los datos sobre los intermediarios que han comprado dólares en los últimos meses y el tipo de cambio a que les fueron entregadas las divisas. No es información relevante, aseguró David Margolín Schabes, director general de operaciones de banca central en el Banco de México.

A partir de este lunes, explicó Margolín Schabes, el banco central ofrecerá todos los días a las 9 de la mañana 100 millones de dólares, a un tipo de cambio de mercado, por medio del mecanismo de subasta.

Adicionalmente, reducirá de 400 a 300 millones de dólares diarios las divisas que ofrece, desde octubre pasado, a través de subastas a un tipo de cambio superior en 2 por ciento al de la jornada inmediata anterior. Anticipó que seguirá con la venta discrecional de dólares cuando juzgue oportuno actuar directamente en el mercado de divisas.

Las tres medidas que conforman la nueva política de intervención del Banco de México en el mercado cambiario permanecerán vigentes hasta el 8 de junio de 2009, explicó la institución en un comunicado.

Dado que es el interés de la Comisión de Cambios (integrada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el banco central) promover condiciones ordenadas en el mercado cambiario, se considera oportuno establecer un mecanismo para garantizar que una parte significativa de la acumulación proyectada de reservas internacionales se venda en el mercado cambiario, indicó el comunicado.

El objetivo de las medidas anunciadas, explicó Margolín Schabes en una conferencia de prensa, es garantizar que las reservas internacionales que acumule el banco central en 2009 se vendan en el mercado cambiario local, donde el tipo de cambio pasó de 9.96 pesos por dólar en septiembre a 15.40 pesos esta semana. Se busca dar certidumbre al mercado de que el país cuenta con las divisas suficientes para financiar sus requerimientos de divisas en 2009, añadió.

Según datos del Banco de México, en los últimos cinco meses la reserva de divisas tuvo una merma de 22 mil millones de dólares, 26 por ciento de los 83 mil 300 millones de dólares que había en octubre pasado.

Los requerimientos de divisas para este año fueron calculados ayer por el Banco de México en 24 mil 100 millones de dólares, que es el déficit que el instituto central estimó que alcanzará la cuenta corriente de la balanza de pagos, un indicador que refleja el ingreso y egreso de divisas del país por concepto de comercio exterior, incluido petróleo; transferencias, como las remesas; transacciones financieras; movimientos de inversión, y operaciones de turismo. En 2008 el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos fue de 15 mil 527 millones de pesos.

Una persona busca comida en los botes de basura, en calles del Centro Histórico. Al fondo, la cotización del dólar de ayer que cerró en 15.55 pesos en operaciones de menudeo, mientras en las grandes transacciones interbancarias la divisa estadunidense se vendió en 15.3450 pesos, 14.5 centavos más cara que en la víspera. En ese precio la moneda nacional se colocó ayer en su segundo peor nivel histórico. En términos anuales, la depreciación del peso en su paridad con la divisa estadunidense fue ayer de 43.35 por ciento; en tanto que durante 2009 el hundimiento de la moneda nacional ha sido de 11.07 por cientoFoto Carlos Ramos Mamahua

El cálculo del déficit en la cuenta corriente de 2009 elaborado por el banco central considera que este año la balanza comercial sea deficitaria en 26 mil 375 millones de dólares; que las remesas alcancen 22 mil 437 millones (el año pasado fueron 25 mil 468 millones de dólares) y plantea un endeudamiento del gobierno federal con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 9 mil 829 millones de dólares, que contrastan con una reducción de la deuda externa el año pasado de 3 mil 928 millones de dólares.

Según el cálculo del directivo del banco central, el sector público acumulará este año divisas por 19 mil millones de dólares, originadas en el producto de las coberturas petroleras adquiridas por el gobierno federal para proteger el precio del petróleo, que a valor de hoy implicará un ingreso de 9 mil millones de dólares; el endeudamiento externo del gobierno, y otras ventas de divisas que realice Petróleos Mexicanos.

Con los ingresos previstos se financiará la totalidad del déficit en cuenta corriente y existirá una ligera acumulación de reservas este año, de unos 3 mil 400 millones de dólares, explicó Javier Duclaud, director de operaciones en el banco central.

Irrelevante, el nombre de los compradólares

Los directivos del banco central se negaron sistemáticamente en la conferencia de prensa a ofrecer información sobre la manera en que la institución ha vendido dólares de manera discrecional en el mercado cambiario en el último mes.

“El Banco de México considera que el monto de dólares vendido –que se da a conocer cada semana– es la información relevante”, aseguró Margolín.

Sobre las ventas discrecionales de dólares, el banco central sólo reporta el monto, pero no el tipo de cambio ni el comprador. Duclaud aseguró ayer que esas ventas las ha realizado el banco central entre intermediarios en México, entre los bancos de México y a un tipo de cambio de mercado.

Margolín insistió en este punto: las contrapartes del Banco de México son los bancos que operan en el país. Las divisas se venden a los bancos mexicanos y a partir de ahí hay un mercado de cambios en el que participan de manera libre intermediarios financieros, empresas privadas y en el que se mueven cada día de 3 mil a 5 mil millones de dólares, aseguró. No vamos a violar el secreto bancario, dijo.

Interrogado respecto de una resolución del Instituto Federal de Acceso a la Información, que dispuso que Hacienda haga públicos los nombres de las personas y empresas que compraron dólares en los días en que el tipo de cambio pasó de 9.6 a 12.5 pesos por dólar, en octubre pasado, Margolín aseguró: realmente conocer los nombres no tiene respuesta precisa, porque los recursos cambian de mano constantemente a lo largo del día todos los días.