Aún está lejos su uso terapéutico, advierten
Viernes 6 de marzo de 2009, p. 3
Cambridge, 5 de marzo. Genetistas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) consiguieron producir células específicas para enfermos de Parkinson mediante la transformación de células de la piel, publica este viernes la revista estadunidense Cell.
Los investigadores tomaron células de la piel de cinco pacientes y las reprogramaron para convertirlas en una especie de células madres embrionarias. Luego las transformaron en células nerviosas que producen dopamina, sustancia ausente en el cerebro de los enfermos. La novedad es que además estas nuevas células no contienen –como era habitual hasta ahora– virus o genes extraños que aumenten el riesgo de cáncer.
Pese a ello, aún se está muy lejos de una terapia contra el Parkinson, advirtió el biomédico germano-estadunidense Rudolf Jaenisch del MIT, en Cambridge. El próximo paso será probar las células en animales enfermos de Parkinson.
Los científicos que trabajan con Jaenisch primero tomaron las células de la piel de los pacientes. Con ayuda de un virus introdujeron en ellas cuatro genes de control llamados c-Myc, Klf4, Oct4 y Sox2. Éstos influyen sobre unos 3 mil genes y dan vuelta su reloj biológico hasta regresarlo a estado embrionario.
De este modo, las células se convirtieron en células madres pluripotentes inducidas (o células iPS). Con una enzima determinada los científicos extrajeron el virus y los cuatro genes. Usamos un virus modificado que se puede recortar
, señaló Jaenisch.
Luego hicieron que las células iPS se desarrollaran hasta convertirse en células nerviosas, que son las que se encuentran dañadas en los enfermos de Parkinson.
Sin embargo, se desconoce por cuánto tiempo estas células serán funcionales en los pacientes. La causa subyacente de la enfermedad en las cinco personas objeto del estudio no está clara.
Hace poco, un equipo británico-canadiense rejuveneció de forma muy similar células de la piel de seres humanos sanos y ratones. También ellos utilizaron esos cuatro genes de control y luego consiguieron quitarlos al reprogramar las células (revista Nature online, del 1/3/09).