Washington, 4 de marzo. El jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, almirante Mike Mullen, llegará el fin de semana a México con una propuesta de incremento en la ayuda militar para luchar contra el narcotráfico, que a su juicio pasa por tomar como ejemplo el Plan Colombia.

Mullen inició una gira por América Latina que lo llevó el lunes a Brasil, para luego viajar a Chile, Perú y Colombia, aunque sin conocerse exactamente las fechas por motivos de seguridad, indicaron fuentes del Pentágono.

La visita clave, sin embargo, es México, donde la violencia del narcotráfico cobró la vida de 5 mil 300 personas el año pasado, y cuya situación llevó a observadores en Estados Unidos a calificar a su vecino de Estado fallido.

La anterior no es la opinión del gobierno de Barack Obama, enfatizan sus colaboradores, pero la violencia del narcotráfico es un problema serio, explicó el secretario de Defensa, Robert Gates, en declaraciones televisivas el pasado domingo.

“Los cárteles están tomando represalias” ante el acoso del gobierno de Felipe Calderón, explicó Gates. El gobierno mexicano está empezando a revisar su política respecto de una cooperación militar amplia, señaló el secretario de Defensa. Algunos de los antiguos recelos contra la cooperación entre nuestros ejércitos están siendo superados, añadió.

Las tareas de vigilancia conjunta son una de las medidas que citó Gates como señal de esa colaboración militar.

El nivel de inteligencia policial que ambos países comparten actualmente es incomparable respecto del año pasado, señaló hace una semana la administradora interina de la agencia antidrogas estadunidense (DEA), Michelle Leonhart.

Claramente una de las cosas que (el almirante Mullen) espera abordar con sus homólogos en México es la creciente violencia del narcotráfico, indicó a su vez el portavoz del jefe militar, capitán John Kirby.

Hay margen para hacer más respecto de la actual cooperación que contiene la Iniciativa Mérida, aprobada en 2006 para México y América Central, añadió.

El mencionado plan, inicialmente de 465 millones de dólares, es un plan oficialmente basado en el entrenamiento, el suministro de material y la cooperación entre fuerzas del orden.

Mullen señaló el pasado 5 de febrero, en un discurso en la Universidad de Princeton, que el Plan Colombia es un buen ejemplo de colaboración militar de Estados Unidos con un aliado en la región.

Creo que es un gran ejemplo de un programa muy amplio, que no era simplemente militar, para apoyar a un amigo en momentos en que, efectivamente, estaba muy cerca de convertirse en un Estado en quiebra, dijo Mullen en ese discurso.

Una colaboración militar entre Estados Unidos y México, en territorio de este último, sería una novedad histórica entre dos países que mantuvieron guerras en el pasado.

Lo anterior, concluyó el militar, implica un compromiso, no una actividad militar de alto nivel, aseguró Mullen en su discurso en Princeton, quizás para suavizar el impacto de la propuesta.