Se ha desatado una verdadera ira en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a partir de la intención de los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) de igualar su sueldo con el de los integrantes del máximo tribunal, reconoció el ministro retirado Juventino V. Castro y Castro, quien añadió que los mexicanos están disgustados con sus jueces, sus conductas y sus emolumentos.

Agregó que aun cuando no se sabe a bien si esa aversión obedece al sentido de sus fallos impopulares relacionados con la conducta política de los gobernadores de Puebla, Mario Marín (por el caso Lydia Cacho), y del estado de México, Enrique Peña Nieto (por su participación en el caso Atenco), o bien al monto de sus salarios para desempeñar una función pública que no es del agrado popular, lo cierto es que quedaron atrás los tiempos en que los mexicanos reverenciaban a sus jueces.

En una reflexión sobre las creciente críticas en contra de los ministros del máximo tribunal, que cobraron un segundo aire a raíz de la polémica decisión de los consejeros del IFE de igualar su salario al de los ministros, pero también –aunque no lo mencionó– por el hecho de que éstos recibirán 347 mil pesos mensuales en 2009. Castro y Castro reconoce que las manifestaciones de enojo revelan también la urgencia de la ciudadanía por tener acceso a una mejor justicia.

En tanto, la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado presentó ayer ante el pleno una iniciativa para modificar las pautas salariales previstas en el presupuesto de este año y disminuir 10 por ciento los ingresos de los altos funcionarios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El coordinador Carlos Navarrete explicó que los recursos ahorrados se destinarán a crear un fondo federal de inversiones para enfrentar la crisis económica.

La iniciativa fue suscrita por senadores de todas las demás fuerzas políticas y turnada a la Cámara de Diputados. Navarrete sostuvo que con ello se daría un mensaje de solidaridad elemental a la población, a los electores.

Con información de Andrea Becerril