Bellinghausen presentó su libro de cuentos
Con la literatura no haría falta preocuparse por Dios
Martes 3 de marzo de 2009, p. 7
El periodista Hermann Bellinghausen afirma: Creo que con la literatura no haría falta la religión ni mucho menos preocuparse por cuestiones como Dios ni nada por el estilo; pero ahí, eso, cada quien. Para empezar hay que leer, y lamentablemente no vivimos en un país donde se lea mucho
.
Durante la presentación de su libro de relatos Encuentros con mujeres demasiado guapas, efectuada el sábado en el contexto de la feria del Palacio de Minería, el también poeta, narrador y editor describió que, por desgracia, México se caracteriza no sólo porque la producción editorial es muy modesta en relación con el tamaño de la población, sino también por ser un país de analfabetas funcionales
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En tono irónico, destacó que tal situación es un logro más del sistema en el que vivimos y sobre todo el sistema de espectáculo, que ahora equivale a la Secretaría de Educación Pública, que son las televisoras
.
Calificó a la literatura como un acto cada vez más minoritarios, e inclusive consideró que nos enfrentamos a la posibilidad de que los lectores se vuelvan una especie de secta, como en la Edad Media.
Aunque sea por Internet, sigue siendo una minoría la que lee, así como ocurría con los monjes que transcribían los libros en la antigüedad. Tal vez sea un oscurantismo al que vamos en medio de tantas luces. Pero como sea, creo que la escritura no va a desaparecer mientras no desaparezca la lengua ni las ganas de contar ni de decir algo.
La ficción como respiro
Acompañado por Ramón Vera, quien se encargó de la edición del volumen, y por David Moreno, de editorial Ítaca, Bellinghausen aclaró que su incursión en la literatura de ficción se dio de manera no deliberada.
Fue, mencionó, una manera de encontrar respiro de su trabajo periodístico en La Jornada, en la que, entre otros aspectos, se ha encargado de documentar lo ocurrido en Los Altos de Chiapas desde la irrupción del EZLN a la escena pública.
Cuando comencé a escribir nunca pensé que llegaría a ser un narrador. Pensaba que los narradores eran otros, pero este mundo dice tantas cosas que acaba siendo invencible la tentación de narrar
, dijo.
Creo que la literatura, la escritura, tiene una virtud que ni siquiera la más alta tecnología ahora tiene: que uno puede hacer posible cualquier cosa. De hecho no fuerzo mucho, no me da por la fantasía
, concluyó.
(Nota de la Redacción: por un error involuntario, en el último párrafo de la nota sobre la presentación de Acteal: crimen de Estado, libro publicado por La Jornada Ediciones, el domingo en el Palacio de Minería, se atribuyeron declaraciones a Pablo Romo, quien estaba anunciado y no asistió. En su lugar estuvo Álvaro Delgado.)