Al cumplirse un año del asesinato de cuatro estudiantes mexicanos que se encontraban en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC) en Ecuador, Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Soren Ulises Avilés Ángeles, Juan González del Castillo y Fernando Franco Delgado, ayer se ofició una misa en su memoria en la iglesia del Centro Universitario Cultural.

Se tenía previsto que el obispo emérito Samuel Ruiz García la presidiera, pero se informó que no fue posible debido a que el religioso se encuentra enfermo. Al comienzo de la misa se mencionó que se recordaba a los cuatros alumnos que murieron en Sucumbíos, Ecuador. Más allá de las circunstancias en que fallecieron, ellos pugnaban por una sociedad más justa.

Afuera de la iglesia, familiares de los estudiantes asesinados repartieron el boletín número siete de la organización Cada Uno por la Justicia, en el cual dan gracias por el apoyo y la solidaridad de la gente, y a la presencia de Lucía Morett, la única de los cinco que sobrevivió al ataque.

Recuerdan que el ejército colombiano invadió Ecuador y bombardeó con alevosía, usando misiles y explosivos de fragmentación, un campamento donde nuestros hijos dormían, cansados del viaje, pues acababan de llegar.

En el comunicado se transcribe una entrevista a Lucía Morett, quien sostiene: es absolutamente falso que nosotros perteneciéramos a las FARC. Como estudiosos de las humanidades nos compete esta área de las luchas sociales en América Latina, y es por eso que las estudiamos.