Las bajas ventas comerciales de la pasada temporada decembrina fueron sólo un respiro para decenas de microempresarios del aeropuerto capitalino, quienes en el último año han visto reducir sus ingresos y crecer sus adeudos –en dólares– con las autoridades aeroportuarias, según afirmaron los propios comerciantes.

Denunciaron que desde hace más de un año han buscado apoyo de las autoridades aeroportuarias para reducir el pago de rentas, pero la respuesta ha sido invariable: que simplemente dejemos los locales.

En enero de 2008 Aeroméxico trasladó sus operaciones a la terminal dos y con la empresa se fueron 40 por ciento de los usuarios, por lo que las ventas bajaron más de 50 por ciento, agregaron.

De entonces a la fecha hay locatarios que sacan de su bolsa para completar las rentas, porque ya no hay ganancias, refiere el aún dueño de una tienda de regalos de la terminal uno.

Agregó que tiene deudas con el aeropuerto, que mensualmente le cobra 27 mil pesos por nueve metros cuadrados.

Hemos presentado diversos escritos solicitando ayuda. Hasta en Presidencia entregamos uno describiendo nuestra situación, y no nos contestan, destacó.

Aguantamos la crisis del 95, pero en la de este año el golpe es mayor. Si no hacen nada por nosotros, no aguantaremos, refiere un empresario farmacéutico, que ya valora concluir los 45 años que ha estado en el aeropuerto.