Tras ofrecer un concierto de fallas ofensivas, Pumas dio el zarpazo final al minuto 89 y derrotó 2-1 a Tigres, en el estadio Olímpico Universitario. Cortó así su racha negativa de cinco juegos sin triunfo, entró a zona de clasificación y arruinó el debut de José Pekerman como técnico del conjunto regio.

Ambos equipos cumplieron con las expectativas y ofrecieron un entretenido juego que se definió al final, aunque pudo haber resultado goleada en favor del conjunto de la UNAM.

Salir con el triunfo nos da seguridad para preparar los próximos partidos, destacó Francisco Palencia, quien sin embargo admitió: nos falta definir mejor o antes.

Durante los 90 minutos del encuentro, los auriazules desaprovecharon incontables opciones de anotación, pero Fernando Morales abrió el marcador al 24.

El delantero recibió un balón en cambio de juego y con decisión mandó un disparo raso de pierna izquierda, que fue a dar a la esquina de la portería, sin tiempo para la reacción de Óscar Pérez.

Con el 1-0 favorable, Pumas mantuvo sus intentos ofensivos, sobre todo con Morales hizo cuanto quiso ante la tardía marca de José Antonio Castro, pero la efectividad parecía no llegar y se topó con un inspirado Conejo Pérez, quien al igual que el portero local Sergio Bernal destacó con oportunos achiques y despejes.

De su lado, Pekerman ajustó sus piezas y cerró el camino con el Gringo Castro, aunque el Chispa Velarde y Leandro Augusto consiguieron filtrarse para generar peligro.

A 10 minutos del final, el cuadro local pagó caros sus errores. En tiro libre y tras acomodar él mismo la barrera rival, Lucas Lobos consiguió el empate (1-1) con disparo que fue a dar a la derecha de Bernal.

Pekerman firmaba el empate con el ingreso del defensa Mario Ruiz, por Ariel Bogado (83), y Ricardo Ferretti dispuso entonces dos esperados cambios: Pablo Barrera, por Íñiguez y Dante López, por Martín Bravo (85).

La apuesta funcionó. Al minuto 89 Barrera desbordó, Efraín Juárez centró y López, en el primer balón que tuvo, conectó un cabezazo que significó el 2-1 definitivo.

El estadio México 68, que tuvo una pobre entrada, estalló en goyas y en el ingreso a vestidores se instaló el presidente del patronato, Víctor Mahbub, para recibir con efusivos abrazos a los jugadores.

Merecíamos algo más, ganar con más tranquilidad, pero no pudo ser y los tres puntos son buenos, comentó Leandro Augusto, mientras el Zurdo Morales destacó: venimos de semanas difíciles, pero hicimos bien las cosas, se mostró el equipo muy unido y estamos para llegar lejos.

De su lado, Pekerman admitió que Tigres salió desmoralizado por caer sobre el final, aunque en lo personal dijo estar conforme por la entrega de sus pupilos.

Ahora hay que levantar, meter más actitud y mejorar, agregó, mientras el Conejo Pérez reconoció que existe preocupación porque de no sumar puntos la noche se nos va a venir encima.