Los sueños no siempre se cumplen, pero eso no significa que renunciemos a tenerlos. La ilusión de alcanzarlos embellece la vida, le dice Flora a Pablo, su hijo, en El pájaro de madera, el más reciente cuento de Cristina Pacheco.

Publicado por Porrúa, el libro se presentó en la edición 30 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde la escritora habló sobre el origen de esta historia.

“Quienes nacimos en un pueblo pequeño no veíamos más libros que los misales. Sin embargo, tuvimos las voces de la naturaleza, de la lluvia, de los ríos, del viento, y desde luego las de los animales.

“Adoro la ciudad, he vivido aquí desde muy pequeña, he tenido muchas cosas, pero hay algo que jamás tendré: un jardín muy grande, donde puedan volar las aves que me gustan. Es una pequeña frustración, que al cabo del tiempo he podido compensar gracias a mi trabajo como escritora.

“Escribí un cuento sobre la historia de una pájaro de madera, porque una persona a la que estimo mucho, al saber que no puedo tener aves en mi casa, me obsequió un colibrí de madera. Pensé qué hacer con él. Entre los libros no cabe, en mi cuarto ya no hay sitio para nada, pero tengo una pequeña terraza en la que crecen algunas plantas que cuido con fervor. Así que lo puse ahí. Y un día vi cómo llegaban pájaros muy temprano y revoloteaban cerca del de madera. Me dije: ‘pobre animal, si tiene espíritu, ha de estar celoso y desesperado de pensar que él, aunque sea pájaro, no puede volar’. De ahí nació esta historia.”

Adelantó que ahora escribe otro libro de cuentos para niños, sobre osos de selva y del Ártico.