Le dijeron inteligente, comprometida, solidaria, respetuosa. Le confesaron que la extrañan, que su ausencia pesa, sobre todo a las miles de personas –millones aseguraron unos– a quienes orientó sobre una sexualidad libre y responsable. Pero se negaron a llorar, porque a ella no le gustaban las lágrimas y mejor le habría gustado que se fueran a divertir en su honor y le dedicaran flores y le dijeran: ¡Anabel, este orgasmo va por ti!

Ese fue el tono del homenaje a Anabel Ochoa (1955-2008), sexóloga y comunicadora hispano-mexicana fallecida en diciembre pasado, durante una sentida ceremonia en el Salón de Actos, como parte de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Un homenaje en el que participaron la actriz Diana Bracho y los periodistas Patricia Kelly y Antonio Medina, moderados por la editora Patricia Mazón, y con las presencias fundamentales del compañero y cómplice de Anabel Ochoa, el escritor y artista Josu Iturbe, y de su hija Diana Lein, además de Alejandra, sentada entre un público que llenó el salón y también le rindió tributo.

Diana Bracho recordó cuando trabajaban juntas en la obra Los monólogos de la vagina, donde su presencia pesaba. Y en esa y otras convivencias supo que Anabel no conocía las hipocresías, que se desesperaba ante la pequeñez existencial de la gente, que era una aliada permanente de Eros y le aterraba Tanathos, y que vivía desde la ética como opuesta a la moralina.

Era vida

Patricia Kelly, también promotora incansable de una sexualidad libre y responsable, y de otras causas, encontró en Anabel a una cómplice; dijo que para ella fue una compañera de vida. Y planteó: Anabel no era una sexóloga, sino una promotora de la libertad, del placer, de los orgasmos, del bienestar. Era vida.

Antonio Medina, quien hizo un recuento del trabajo de la sexóloga en los medios de comunicación, desde que llegó a México en los años 90, dijo algo que de varios modos destacaron los demás participantes: La presencia de Anabel Ochoa en los medios de comunicación (televisión, radio, prensa escrita, libros) fue un gran avance para nuestro país en todo lo que tiene que ver con sexualidad.

Josu Iturbe y Diana Lein agradecieron las muestras de cariño y reconocimiento para Anabel; el primero anunció que, aparte de El universo de la sexualidad, de reciente aparición, se publicarán otros títulos suyos que se han encontrado tras revisar los materiales de su archivo.

La sesión de preguntas y respuestas del público se convirtió, como era de esperarse, en una muestra más de agradecimiento de los hombres y mujeres, jóvenes y adultos que siempre siguieron a la doctora Anabel Ochoa en los distintos espacios de comunicación que ocupó. Un solo ejemplo: una mujer de unos 30 años gritó: Gracias a Anabel, ¡hoy yo disfruto del sexo!