El Partido de la Revolución Democrática (PRD) reconoció un déficit para este año de 11 millones 385 mil 840 pesos, por lo cual el tercer pleno de su séptimo Consejo Político Nacional aprobó que sus legisladores federales otorguen un mes de salario como cuota extraordinaria de emergencia, más una aportación especial de militantes. Así busca amortiguar los gastos corriente, del año electoral en curso y multas.

Según el reporte entregado ayer por Javier Salinas, secretario de Finanzas, al pleno del Consejo, el Instituto Federal Electoral (IFE) otorga al partido 673 millones 249 mil pesos, aunque los gastos de egresos previstos para 2009 serán de 687 millones 58 mil 235 pesos.

Con las cuotas extras aprobadas pretenden obtener, por parte de legisladores –quienes podrán entregar su participación en una o hasta cinco exhibiciones– 14 millones 942 mil 585 pesos, y 25 millones por parte de militantes.

En la sesión se aprobó que el partido tenga este año una línea de crédito de 25 por ciento sobre los ingresos totales, en tanto se informó que el adeudo histórico es de casi 680 millones de pesos –a los 678 millones de pesos que tenía en 2003 se suman 525 mil adquiridos en 2006–, independientemente de las multas y laudos que enfrenta.

Divergencias entre Nueva Izquierda e Izquierda Unida

Durante la sesión de ayer, el diferendo entre Nueva Izquierda e Izquierda Unida en el Distrito Federal brotó cuando, por parte de los primeros, Fernando Belaunzarán arremetió contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; su secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, y el procurador general de Justicia local, Miguel Ángel Mancera. Los responsabilizó de agresiones –incluidos secuestros exprés –contra integrantes de la corriente a la cual pertenece–, además de imponer candidaturas.

Aquí hay funcionarios de gobierno y que me vengan a desmentir si en las oficinas de la colonia Condesa, que están en las calles de Alfonso Reyes, no se construyeron candidaturas con la presencia de Ebrard y Ávila, para enfrentar a otra parte del partido, retó.

Sus palabras provocaron al auditorio. ¡Cállate!, ¡fuera!, le gritaron desde el grupo de Izquierda Democrática Nacional, mientras Armando Quintero, líder de UNyR se paró, le dijo que no era cierto, y lo amenazó: ¡te voy a romper tu madre!, en un intercambio de palabras que sostuvo con Belaunzarán en un momento en que se ordenó apagar el sonido.

Después, desde la tribuna, el también secretario de Transporte y Vialidad del gobierno capitalino consideró inadmisibles esas acusaciones. Pareciera que fue Felipe Calderón quien mandó a esos perredistas a decir estos graves e irresponsables señalamientos en contra del jefe de gobierno. Preguntó a Jesús Ortega –presidente nacional del PRD, ausente en esos momentos de la sesión– si avalaba las acusaciones o se deslindaba.

También le cuestionó que se llame a la unidad cuando con una navaja rasgamos la cara, para después llamar a votar por nosotros mismos. ¿Le es útil a la presidencia nacional del partido ese tipo de discursos de compañeros que se han querido ganar fama golpeando a (Andrés Manuel) López Obrador y al jefe de gobierno porque han sido incompetentes de ganarse fama con trabajo político serio?

Ese estilo golpeador es de Kleenex, y los Kleenex se desechan. Los golpeadores políticos se desechan. Le preguntó a Belaunzarán –sin nombrarlo– por qué no se arma de valor y pide la expulsión de los dirigentes, a ver qué consecuencias tiene esa posición. ¿Por qué no se desenmascara? Porque seguir ahondando la crisis (interna), después de que se dijo que había que superarla.  Esa hipocresía no sirve.

Convocó a Nueva Izquierda a que le paren a este tipo de compañeros. De no hacerlo pareciera que son de esos políticos a los que siempre se les cilindrea. Y hay siempre políticos que aceptan ser cilindreados para estar golpeando. Más allá de nuestras diferencias, dijo, tengamos prudencia, porque, si no podemos llegar a un nivel de degradación y entonces sí el proceso electoral nos castigue, aún más de lo que vamos a ser castigados en la próxima contienda electoral. Belaunzarán no replicó.

Los consejeros nacionales –excepto los de Izquierda Democrática Nacional– aprobaron el informe financiero en lo general, con 52 votos en favor y 24 en contra. Así, finalmente se resolvió que para la campaña federal se destinen 200 millones de pesos; para multas 130 millones; 4 millones 170 mil 510 pesos para plenos de Consejo Nacional y casi 2 millones 500 mil pesos para la Convención Nacional Electoral.

Como parte del informe presentado, se dio a conocer que para sentencias civiles, mercantiles y laudos –con cuatro proveedores–, el PRD tiene previsto un millón 802 mil 260 pesos. En tanto, que enfrenta 22 juicios laborales, de los cuales prevé ganar siete. También se aprobaron 9 millones para gasto de liderazgo político de mujeres.

El sol azteca debe unos 300 millones de pesos a estaciones de televisión y radio, así como 110 millones a Banca Afirme.

Durante la sesión, los perredistas aprobaron, además, que se registren 63 precandidaturas de mayoría relativa ante el IFE, en tanto continúan las negociaciones dentro y entre corrientes para integrar las listas.

De igual manera votaron por que Beatriz Cossío y Beatriz Mújica sean secretarias de políticas de gobierno y bienestar social, así como alianzas y relaciones políticas nacionales, respectivamente.

En su discurso inaugural, Jesús Ortega criticó al gobierno de Felipe Calderón por su parálisis, incapacidad e impotencia para enfrentar con una mínima eficacia la crisis que afecta a México. Sostuvo que el PRD debe trabajar para buscar soluciones y pugnó por la aprobación de las leyes de salarios máximos y por la de emergencia económica.

Aseguró que el partido camina bien en este proceso electoral, con una preferencia electoral de entre 17 y 19 por ciento, y desestimó el avance del PRI en sondeos. Sostuvo que el crecimiento de ese partido está sustentado en cimientos de arena.