Lance Armstrong, siete veces campeón del Tour de Francia, se reunió en Los Pinos con el presidente Felipe Calderón, aficionado al ciclismo y admirador del estadunidense, que así inició la visita al país, donde se dedicará a continuar su campaña contra el cáncer, aunque este domingo en Oaxaca dará el banderazo de salida a la Vuelta México.

Armstrong retomó hace poco la competencia, e incluso prepara su vuelta al Tour, a tres años de haber anunciado su retiro, envuelto en una gran polémica, generada por los cuestionamientos de un sector de la prensa francesa, que aseguraba ostentar pruebas de que acudió al dopaje.

Al igual que hace tres años que vino a México sólo para tomar parte en un foro con estudiantes, esta vez en Los Pinos tampoco otorgó tiempo a los medios de difusión, y al aparecer con el Presidente en las escalinatas de la residencia oficial estableció el motivo de su visita ante decenas de seleccionados nacionales e invitados de una escuela secundaria, estos últimos citados desde las siete, cinco horas antes de iniciar el acto.

Estamos aquí para ayudar. El cáncer no tiene que ser igual a la muerte y soy un gran ejemplo de ello, porque sobreviví. Tenemos el compromiso de cambiar la visión en este país. Es un honor estar aquí, gracias por recibirme, expresó Armstrong, quien derrotó el cáncer que padecía antes de iniciar su amplio dominio en la máxima prueba ciclista.

En el que definió como un gran día para México, Calderón no hizo esperar su admiración por el pedalista, no sólo uno de los mejores deportistas del orbe, sino una de las personas más admirables del mundo contemporáneo, en mi opinión.

Calderón destacó la labor contra el cáncer que Armstrong inició en 2004 con su campaña de recaudación Livestrong (vivir fuerte), y mencionó que “hemos triplicado el presupuesto del Seguro Popular y esperamos en 2011 tener la cobertura universal de salud, que todos los mexicanos y mexicanas tengan un tratamiento médico a su alcance.

Por ahora, aseguramos automáticamente a niños y jóvenes, hasta los 18 años de edad, con cáncer, para garantizar médico, tratamiento y medicinas, anotó.

El ciclista texano, cuya visita a México está en parte respaldada por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte con una garantía económica, afirmó que “en México hay un estigma; la gente, al saber que tiene cáncer, tiene la actitud de pensar: ‘voy a morir’. Pues la segunda forma de pensar es ‘no voy a morir; pelearé’”, destacó.

Instantes después en un muy breve encuentro con seleccionados y estudiantes en el salón Adolfo López Mateos, Armstrong habló de constancia y de la importancia de que los políticos respalden los programas de recreación y práctica del ciclismo, al tiempo que la sociedad colabore si se quiere desarrollar la práctica de este deporte.