Se impidió participar a D3M y Askatasuna, aunque cumplen requisitos
El próximo domingo se votará para designar presidente y parlamento
Viernes 27 de febrero de 2009, p. 16
Miembros y simpatizantes de las organizaciones Euskal Herriaren Lagunak y Euskal Herria, capítulo México, protestaron ayer frente a la embajada de España porque se impidió que las formaciones D3M (Demokrazia Hiru Milloi) y Askatasuna se presentaran a las elecciones que se llevarán a cabo este domingo en el País Vasco.
Los convocantes señalaron que en las votaciones que tendrán lugar este fin de semana para elegir presidente y parlamento en el País Vasco no se permitió la participación de dichas agrupaciones, las cuales pugnan por el derecho a la autodeterminación en esa región, a pesar de que –aseguraron– cumplen los requisitos que marca la ley española.
Frente a la embajada, donde quemaron copias simbólicas de las boletas electorales, los jóvenes, que dijeron pertenecer a varios colectivos, explicaron: como ocurrió ya con más de 600 agrupaciones políticas, sociales y culturales, ahora se impide a D3M y Askatasuna presentarse a las elecciones, con lo que se deja sin voz en las instituciones a un sector mayoritario de la izquierda anticapitalista e independentista vasca
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Consideraron que estos hechos son de la mayor gravedad en un Estado como el español, que se jacta de socialdemocrático y de respetar el estado de derecho.
En el manifiesto que leyeron durante la movilización, indican que Euskal Herria no es patrimonio más que del pueblo vasco, y sólo éste, manifestándose en libertad, puede decidir sus rumbos en la historia. Denunciamos la farsa electoral que el Estado español y sus medios afines quieren hacer pasar por democracia
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En el documento que dejaron en la puerta de esta representación diplomática demandan al gobierno español, y sus títeres en los territorios vascos
, respeto a las libertades de expresión, de asociación y de manifestación del pueblo, así como a su derecho de decidir libremente sobre su futuro.
Por otra parte, exigieron respeto a los derechos de los casi 800 presos políticos
en las cárceles españolas y francesas, y de los múltiples detenidos en las comisarías de ese país.
Según explicaron los manifestantes, quienes portaban paliacates cubriéndoles la mitad del rostro, el gobierno español canceló las vías del diálogo que había abierto la organización armada ETA con su alto al fuego unilateral en 2004 y desde la nueva ola represiva que siguió el Estado español dirigido por el PSOE
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