En la medida en que el gobierno de Estados Unidos y Citigroup se acercan a un arreglo para salvar de la bancarrota al ex gigante financiero, la posición de Banamex, su subsidiaria en México, se vuelve más complicada. El punto que las autoridades mexicanas no han querido explicar públicamente, pero que cada vez es objeto de más controversia, es que la ley mexicana establece con toda claridad que ningún gobierno extranjero puede ser accionista relevante de un banco que opere en territorio nacional.

Y ese es el caso con Banamex. Entre finales de 2008 y principio de 2009, el gobierno de Estados Unidos inyectó alrededor de 45 mil millones de dólares al capital de Citigroup, con el fin de evitar la bancarrota del consorcio, contaminado hasta la médula por las hipotecas basura que detonaron la actual crisis del sistema financiero mundial. Esta semana, el Tesoro estadunidense y el grupo negociaban una ampliación del acuerdo de asistencia que daría más fondos de los contribuyentes al consorcio, a cambio de que el gobierno del presidente Barack Obama se hiciera con 40 por ciento de las acciones de control. Este porcentaje todavía era objeto de negociación este jueves.

En 2001, los empresarios Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, cabezas del grupo de inversionistas que adquirió Banamex durante la reprivatización bancaria de 1991 y 1992, vendieron el banco a Citigroup, sin pagar impuestos, por 12 mil 500 millones de dólares. Además del dinero, mantuvieron posiciones directivas y asientos en el consejo de administración de Citi, a las que Hernández anunció la semana pasada que renunciará.

Extranjeros, excluidos

Aquí entra la ley. El artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito, que regula al sistema bancario mexicano establece: no podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad.

Autoridades financieras y funcionarios del sector bancario han sido renuentes a comentar el tema. Un experto que ha realizado trabajos en el área legal de un banco extranjero en México, comentó ayer que pareciera obvio que al convertirse formalmente el gobierno estadunidense en uno de los principales accionistas del Citigroup, que a la vez es el dueño y principal accionista de Banamex, se estaría violando el artículo referido, por lo que la Secretaria de Hacienda se vería obligada a cancelar la autorización que Banamex tiene para ejercer las funciones de banca en México.